Una menor argentina de 12 años fue noticia a nivel mundial ya que, después de ser violada por un vecino de 60 años, fue obligada a continuar su embarazo.
A pesar de que la menor y su madre pidieran un aborto amparadas en la legislación argentina respecto a la interrupción del embarazo producto de una violación; este les fue negado debido a que la gestación ya llevaba un avance de 24 semanas.
Grupos antiabortistas hicieron presión mediática hacia la menor; a tal grado que el gobernador de la provincia de Jujuy; Gerardo Morales, aseguró que ‘una familia importante’ adoptaría a la bebé de la menor. Sin embargo, se dio a conocer que anoche la recién nacida había fallecido.
Dicha noticia dio pie a reabrir el debate sobre las circunstancias de la menor. Grupos feministas denunciaron la violencia por la que estaba atravesando la menor; sin embargo, las leyes argentinas obligaron a la niña a continuar con el embarazo producto de una violación.
“La política de ‘salvemos las dos vidas’ termina con una niña de 12 años torturada al ser obligada a parir y una bebé muerta. Necesitamos que se cumpla la Interrupción Legal del Embarazo, necesitamos aborto legal y que se respeten nuestras vidas”; ha escrito en Twitter la Coordinadora del Observatorio de Géneros y Políticas Públicas Victoria Freire junto al hashtag #AbortoLegalEsVida.
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“Por violar la intimidad de la niña, no respetar su decisión a una interrupción legal del embarazo, y por prolongar el sufrimiento de ella y la recién nacida”; mencionaron los grupos feministas y pro aborto.
Sin embargo, los grupos antiabortistas acusaron al gobernador Morales por no obligar a la menor a permanecer embarazada un mes más; esto con la finalidad de que la bebé naciera en tiempo.
“Las feministas presionaron para que asesinaran intrauterinamente a #Esperanza o bien que la cesárea se hiciera prematuramente, y acá están las consecuencias: la clase política cedió, y la beba terminó muriendo. #MoralesAsesino”, ha tuiteado el politólogo y escritor Agustín Laje, una de las voces de la joven derecha argentina.
“Cualquier embarazo en una niña menor de 13 es producto de abuso sexual y puede acceder a una interrupción legal del embarazo”.
Sin embargo, esta ciudad ubicada al noroeste de Argentina es una de las más conservadoras; pues la iglesia católica aún conserva un peso moral muy fuerte.
Este caso ha polarizado las opiniones en redes y a nivel internacional. Pues mientras algunos consideran importante ‘salvar las dos vidas’; otros argumentan que la vida no es sólo tener función orgánica normal. Sino contar con todas las garantías de seguridad, salud y estabilidad psíquica y emocional que le fueron arrebatadas a la menor. Desde el momento en que un hombre de 60 años abusó de ella y; el estado argentino, la obligó a dar a luz el producto de ese episodio traumático que la marcará el resto de su vida.
Con información de El País