¿No hay futuro?

Por Hugo Garciamarín

En la política nacional hay sólo dos imágenes: pasado y presente. Para algunos la transformación ocurre hoy y es tan luminosa como las otras tres que ocurrieron antes. El mañana no es relevante porque todo lo importante sucede hoy, ya sea una nueva gasolinera que aún no está lista para funcionar; un tramo a medio construir del Tren Maya, o una propuesta de reforma de ley hecha a toda prisa. No hay problema si se presentan logros sin terminar, porque vivir en transformación significa que todo está cambiando todo el tiempo, así que, en todo caso, si el futuro importa es sólo para defender las supuestas grandes cosas que ya se están haciendo.

Para algunos otros el presente es terrible porque terminó con los avances que aparentemente se realizaron en el pasado. El futuro no importa porque mañana será muy tarde para corregir la destrucción que ocurre todos los días. Lo imperante es ponerle un alto hoy, aunque eso signifique apoyar a políticos que demostraron ser incapaces o corruptos antes: en su opinión el ayer no era tan malo como el hoy, y para el mañana ofrecen la restauración del viejo orden.

La obsesión por el presente y el pasado es clara en la repartición de posiciones políticas. Para Morena lo importante es ganar como sea hoy, así que, con la pena, diría Mario Delgado, hay que reciclar políticos priistas, panistas, perredistas, etcétera, con tal de garantizar un triunfo electoral. En tanto en el PRI, el PAN y el PRD están tan convencidos de restablecer el viejo orden, que para la batalla histórica del ahora llenaron las listas plurinominales de puro político del ayer: Ricardo Anaya, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, Jesús Zambrano, Margarita Zavala, Manlio Fabio Beltrones, Sylvana Beltrones y muchos otros. Irónicamente, tanto Morena como la “oposición”, en el fondo ofrecen lo mismo: que la clase política de ayer siga vigente hoy, aunque sea con diferentes discursos y marcas electorales.

Así pues, en la política nacional hace falta que se hable y se actúe pensando en el futuro. ¿Alguien lo hará? ¿Alguna fuerza política planteará ideas pensando más allá del corto plazo? ¿Alguien le pondrá un alto al reparto de cuotas políticas que sólo piensan en que los políticos del ayer mantengan espacios de poder? ¿Alguien propondrá un nuevo horizonte? Porque por ahora tenemos presente y pasado, pero nada de futuro. Información Radio Fórmula