No más trumpadas…

Por: Enrique Aranda

A la vista de lo ocurrido y la última semana, desde un poco antes con toda seguridad, las realidades política y económica del país, la opinión pública en cuanto tal, parecen haberse tornado monotemáticas y, en buena medida, dependientes de lo que en un momento determinado exprese y/o tuitee quien, desde el pasado viernes, ocupa la emblemática Oficina Oval de la Casa Blanca, el presidente Donald J. Trump… una (literal) puntada carente de toda racionalidad, inclusive.

En las últimas horas, efectivamente, luego de la firma en Washington de dos órdenes ejecutivas orientadas, según él mismo, a avanzar en la solución de problemas migratorios y de seguridad en Estados Unidos y México y, de manera particular, tras el abierto intercambio de posturas y mensajes con el presidente Enrique Peña Nieto que derivaron en la cancelación del encuentro mutuo acordado para el martes, la sicosis antiTrump pareció empañarlo todo… la capacidad de evaluar de manera objetiva la situación y riesgos que “el decir y actuar de aquél plantean” y, con toda seguridad, la capacidad para ofrecer “alternativas estratégicas y no viscerales” a problemas y retos específicos.

Impuesto de manera intencionada desde el vecino país, entonces, el debate hoy en México se centra en el ridículo “tema del muro y en (la estúpida propuesta de) quién lo paga”, y se dejan de lado aspectos centrales de la relación bilateral —“trilateral si del Tratado de Libre Comercio (TLC) hablamos”— con la más grande potencia del mundo: libre comercio, producción, inversiones… y, sin duda alguna, seguridad y migración desde una perspectiva de plena seriedad.

“Si Estados Unidos, si Trump quiere construir un muro, pues que lo haga… y sobre eso de que nosotros lo paguemos, ni hacerle(s) caso vale la pena”, me dijo ayer Luis Foncerrada Pascal, director general del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) que, claridoso, advirtió que la multiplicación de este tipo de expresiones por parte del cuestionado mandatario “son para tratar de compensar la pérdida de legitimidad que (escasos siete días después de asumir el cargo) parece estar resintiendo”.

Dejemos de hablar tanto del muro que, sugirió después la diputada federal y extitular del Instituto Nacional de Migración Cecilia Romero Castillo, no es más que “una espectacular cortina de humo”, como se evidencia en el hecho de que a lo largo de los casi 3,000 kilómetros de frontera común, “en todos los espacios donde es físicamente viable construir un muro, éste ya existe, sea una barda, una alambrada, lo que sea….”.

Centrémonos pues, dijo, en asuntos más relevantes, y tengamos claro que responder de manera visceral y no estratégica por parte del gobierno, a planteamientos claramente viscerales (y, vale decir, carentes de toda lógica) de la nueva administración norteamericana, no parece que conduzca a ningún lado ni aporte a la solución de los múltiples problemas comunes.

Romper el cerco mediático y de presión en que parece nos encontramos ahora y avanzar en negociaciones serias y responsables, privilegiando el interés de México y los mexicanos  entonces, parece ser una mejor solución. La realidad no se cambia por voluntad de nadie, ni siquiera de quien asegura estar acostumbrado a presionar primero para negociar después…

ASTERISCOS

* Encerrona la tarde-noche de ayer en la sede nacional del Revolucionario Institucional para, presumiblemente, definir quién encabezará al priismo en la puja por mantener la estratégica gubernatura del Estado de México. Ahí, además de la dirigencia y “operadores del señor…”, Alfredo del Mazo, Ana Lilia Herrera y Carlos Iriarte.  Si bien hasta el cierre de ésta nada se sabía, las apuestas apuntaban al primero. ¿Será?…

Veámonos el domingo, con otro asunto De naturaleza política.

 Twitter: @EnriqueArandaP  

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