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El 30 de agosto se conmemora el Día Internacional de las Victimas de Desaparición Forzada. Conmemoro este día con más osadía porque desde el 23 de septiembre de 2022 soy una hermana buscadora desde el exterior, no sabemos del paradero de José Ángel Nuño Nuño desde que lo desaparecieron en Guadalajara, Jalisco.
La pega de boletines o fichas de búsqueda en espacios públicos por parte de colectivos de familiares de personas desaparecidas se ha visto afectada por la autoridad. El gobernador de Jalisco Enrique Alfaro minimiza la crisis de desapariciones forzadas, individuales y colectivas. Al 31 de julio de 2023, de acuerdo con el SISOVID, en Jalisco hay 14,078 personas desaparecidas, esto sin tener en cuenta la cifra de casos no registrados. En su informe de seguridad en noviembre de 2022, el gobernador mencionó que la mayoría de las personas desaparecían por voluntad propia y en un tono estigmatizante agregó que el tema generaba una estridencia enorme; después, en su rueda de prensa con motivo de la emboscada a policías en Tlajomulco en julio de 2023, dijo que quedaban suspendidas las búsquedas ante reportes anónimos; y en su reciente presentación sobre el reporte de seguridad en julio de 2023, no mencionó ni la palabra “desapariciones”. Negar una crisis podría generar que no haya incentivos hacia el resto de las autoridades municipales en atender con sensibilidad las necesidades de las familias de personas desaparecidas, y como consecuencia que se obstaculice o sancione las búsquedas a través de la pega de fichas.
Cuando una persona es desaparecida, los familiares tenemos el derecho de acudir a la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de Jalisco para reportar la desaparición. La Comisión emite una constancia de registro y un boletín de búsqueda que contiene una foto de nuestro desaparecido, su nombre, edad, características físicas generales, dónde y cuándo se le vio por última vez, señas particulares y una descripción de la vestimenta del día de la desaparición.
Las familias nos organizamos en colectivos para difundir ampliamente la imagen de nuestros desaparecidos. Las fichas son una herramienta de búsqueda que se difunde en redes sociales, pero sobre todo las pegamos en zonas de alta concurrencia de personas para mayor visibilidad, por ejemplo, en el centro de Guadalajara y su zona metropolitana. Esto, con el propósito de dar a conocer la desaparición, para saber si alguien puede dar información que ayude con su paradero o información que aporte a la investigación que realiza la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas de Jalisco. A este ejercicio le llamamos “la pega de fichas”, esta parece una actividad legítima, inofensiva o mínimamente justa para una familia en un momento de una crisis ¿cierto?, pues para algunos policías municipales no lo es.
Los policías municipales han tomado medidas contrarias a la Ley de Personas Desaparecidas del Estado de Jalisco, pues dicha ley obliga a las autoridades a actuar con un enfoque humanitario, es decir a proceder con una atención centrada en el alivio del sufrimiento y basada en las necesidades de las familias. Una de las necesidades de las familias es precisamente difundir la imagen de nuestros desaparecidos y lo hacemos en colectivo porque así nos sentimos más seguros, pero algunas autoridades del Estado de Jalisco no lo conciben así. Recientemente, policías municipales de Tlaquepaque detuvieron a Nadia Araceli Castañeda Plascencia, madre buscadora e integrante del colectivo Luz de Esperanza, porque se opuso a que policías quitaran las fichas que recién habían pegado, estuvo detenida por 36 horas. También existen policías municipales que despegan las fichas o les echan pintura negra, bajo el pretexto de que dañan la imagen de la ciudad y que son basura. Estas medidas por parte de la policía son desproporcionadas y estigmatizantes.
No es posible que continúe la percepción de que la pega de fichas daña la imagen pública y de que la difusión de nuestros desaparecidos es basura. La percepción de la autoridad podría cambiar si el gobernador de Jalisco fuera más sensible con las víctimas, pero no lo es. Las madres, padres, hermanos y hermanas buscadoras pegamos fichas porque es una herramienta que necesitamos, porque es importante dar a conocer el rostro de nuestro desaparecido, difundir su imagen y alertar a la población de que vivimos en la peor crisis de desaparecidos en Jalisco. La pega de fichas merece ser garantizada por los policías municipales del Estado de Jalisco. Información Radio Fórmula