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Por: Ana Laura Ibarra Alonso, médico pediatra
Cédula profesional: 6446624-9975825
Citas al: 9993- 70-02-38 ó 9 20-27-18
Mérida, Yucatán a 07 de febrero (Yucatán al Instante). Hace unos meses atendí a un niño de 6 años que presentaba fiebre desde hace unos meses, su mamá lo había llevado con varios doctores, siempre le encontraban algún dato de infección: algunas veces el oído, otras veces la garganta, pero después de unos días de seguir el tratamiento, el niño volvía a presentar fiebre. “Ha bajado de peso”, comentaba su mamá cuando la estaba interrogando, “se queja de dolor en las piernas”, “suda mucho por las noches”, “ya no quiere jugar fútbol con sus amigos”, la mamá sabía que había algo mal en su niño y yo también, los niños son transparentes, los niños no pueden fingir sentirse bien cuando en realidad se sienten mal, por eso amo la pediatría, desgraciadamente después de revisarlo y hacerle unos estudios de sangre, se confirmaron mis sospechas: su niño tenía datos de cáncer en la sangre, lo tenía que enviar con un oncólogo pediatra para confirmar el diagnóstico, pero antes le tuve que decir a la mamá la verdad.
Durante este mes no sólo celebramos el día del amor y la amistad, el 15 de febrero se celebra el “Día internacional contra el cáncer infantil”, esta conmemoración fue instituida en Luxemburgo en el año 2001, en 98 países, donde más de 150 organizaciones que ofrecen ayuda a niños con cáncer realizan cada año campañas a favor del diagnóstico y tratamiento adecuados.
Las causas del cáncer, a pesar de los avances en la tecnología, aún se mantienen en constante investigación, hay factores de riesgo conocidos, ya sean genéticos, ambientales o incluso relacionados al sexo, a las prácticas alimentarias o a los hábitos; la realidad es que cada año en México se diagnostican aproximadamente más de 5,000 casos nuevos de cáncer en menores de 18 años, siendo el cáncer la primera causa de muerte por enfermedad en niños entre 5- 14 años y por lo general, al momento del diagnóstico, hasta 65% de los casos se encuentran en estado avanzado, lo que significa que el pronóstico es peor y el riesgo de morir es mucho mayor.
Las leucemias (cáncer en la sangre) son las principales causas de cáncer en los niños, seguidos de tumores en el sistema nervioso (cerebro o nervios) y los del sistema linfático (linfomas). Pese a que el tratamiento ha ido mejorando con los años, la realidad es que en nuestro país, las tasas de curación (en promedio), a los 5 años son prácticamente del 60%, lo que quiere decir que 4 de cada 10 niños diagnosticados morirán en algún momento por la enfermedad o por alguna de sus complicaciones (infecciones, por ejemplo).
El impacto que tiene un diagnóstico así en la familia del niño también es un factor importante que debemos considerar, tomando en cuenta que los tratamientos suelen durar varios años, las hospitalizaciones son algo frecuente y la constante preocupación en torno al niño enfermo o el miedo a que los demás hijos también puedan presentar cáncer, afecta directamente en el estado emocional e incluso económico de las familias, lo que en ocasiones también genera separaciones y peleas entre los miembros.
Pero ¿Qué podemos hacer para prevenirlo?, ¿Cómo saber si mi hijo tiene cáncer?, aunque no hay síntomas específicos del cáncer infantil, existen algunos datos de alarma que nos pueden hacer “sospechar” sobre la enfermedad:
- Dolor persistente en abdomen o huesos.
- Moretones o sangrados de encías y nariz.
- Fiebre persistente sin causa aparente.
- Pérdida de peso.
- Cansancio fácil o palidez.
- Picazón en el cuerpo sin ronchas.
- Crecimiento de los ganglios (bolitas en cuello, axilas o ingles).
- Dolor de cabeza y vómitos por las mañanas.
- Crecimiento del abdomen.
- Pupilas con reflejo blanco.
Si tu niño presenta cualquiera de estos síntomas, no dudes en acudir con un especialista para realizarle un examen físico completo y determinar si necesita más estudios, recuerden que el cáncer es curable, si se detecta a tiempo…
*** Información y estadística consultada de Secretaría de Salud y la Organización Panamericana de la Salud.
