Aunque la “x” en el INE es un paso en la lucha por el reconocimiento de las identidades no binarias, la falta de identificaciones con fotografías y datos actualizados deja a la comunidad en vulnerabilidad.
El aval de la “x” en la credenciales del Instituto Nacional Electoral (INE) es sólo el primer paso para el reconocimiento de las personas no binaries. Detrás de esta acción, una lucha por la identidad que resiste al rezago institucional ha recibido fuertes embates a los derechos humanos.
“En un principio nos decían que se podía suprimir el dato de la credencial de elector”, señala Isla Chávez, titular de la Clínica del Litigio Penal en contra de Violaciones Graves a los Derechos Humanos. “Eso no era acorde a lo que se estaba solicitando: el reconocimiento de la identidad”.
De las 908 mil 600 personas de la comunidad trans que registró la Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual y Género, un 65.8 por ciento se identificó como género fluido, agénero o no binarie (NB).
Ari Muñoz, vicepresidentx de LGBT+ Rights México, consiguió modificar su acta de nacimiento hasta un año y medio después de que comenzara su proceso jurídico. Todo para poder actualizar ese documento y la Clave Única de Registro de Población (CURP) que el INE le solicitaba cambiar su nombre en la credencial de elector.
La actualización que hizo el INE permite colocar una X para identificarse como no binarie. Sin embargo, si una persona solicita una modificación al nombre, es necesario que primero se actualicen acta y CURP. De lo contrario le será negada una identificación oficial con foto y el nombre con el que se reconoce.
Activista y especialista señalan que la categoría no binarie en el INE es un paso en la lucha , pero mientras las personas NB no puedan acceder a una identificación con fotografía, muchos de sus derechos seguirán siendo vulnerados.
Por ejemplo, tanto el acta de nacimiento como la CURP son documentos interdependientes para la INE y el pasaporte, por lo que quienes no cuentan con la modificación se ven orillados a seguir utilizando el nombre asignado al nacer, pero con la acotación de la identidad. Y el panorama se oscurece aun más, cuando los trámites administrativos se alargan y las personas viven con un nombre diferente en un documento y otro.
“No tengo alguna identificación con fotografía. Si es que yo quisiera identificarme, o me pidieran identificarme en algún lugar, no podría”, señala Ari, quien pese a haber ganado el amparo para los primeros dos documentos, aún tiene muchos otros, escolares y sanitarios, que llevan el nombre que le asignaron al nacer.
Esta “laguna de doble identidad”, como la llama, junto a una tardía agilidad para modificar documentos de la comunidad y Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales que contempla textualmente sólo a hombres y mujeres, ha dejado en la indefensión a decenas de personas NB.
“Si (los documentos) no concuerdan con los actuales y no hay manera de tener certeza de su identidad jurídica, eso también estaría entorpeciendo el ejercicio de otros derechos”, dijo Chávez.
“En el caso del INE era bastante claro que si no tenías una credencial para votar, no podías ejercitar tus derechos político electorales, el votar, el ser votado, el ser elegido para algún cargo público o, incluso, el poder participar de las decisiones democráticas de la comunidad”.
La abogada explicó que las restricciones por sexo en la Ley generan un vacío que queda a la interpretación de un juez, sujeto a basarse en el binarismo hegemónico de género para dar alguna determinación.
La falta de atención a las exigencias de la comunidad ha dejado a decenas de personas en incertidumbre Foto: Cuartoscuro
Por otro lado, la aprobación de la “x” en el INE ha sido controversial, ya que algunas personas no binarie consideran que debería mantenerse la nomenclatura NB, como en el caso de los hombres (H) y las mujeres (M). “Una X no me representa”, señala Ari, quien prepara mesas de diálogo con legisladores para este 3 de marzo desde donde puedan proponerse iniciativas sobre el tema.
La autoridad electoral justificó la elección de la “X” dado que el Registro Nacional de Población (Renapo) utiliza esa nomenclatura en la CURP.
Violaciones a derechos humanos: el INE que se negaba a cambiar
Chávez y la Clínica de Litigio del ITAM comenzaron a acompañar casos de personas NB en 2022, consiguiendo ese mismo año la primera acta de nacimiento actualizada en Ciudad de México para JJ.
Su interés en los casos llegó tras percatarse de las violaciones contra los derechos a la identidad, la salud, educación y hasta los político electorales. Sobre todo porque el Estado está obligado a garantizar estos para todas las personas.
El derecho a la identidad son aquellas características inherentes a una persona que la distinguen de otres y que se encuentran ligados también a la autodeterminación, es decir, a las características que permiten a alguien decidir sobre su persona sin que otros dicten cómo debería ser.
Sin embargo, la aprobación de esta “x” en las credenciales para votar no fue algo que el INE decidiera de un día para otro. Hace un año se recibía la misma respuesta una y otra vez: “no es posible atender la petición porque el sistema no lo permite o no habilita una tercera categoría”
Varias personas se vieron orilladas a buscar el amparo ante un Estado que evitó mirar hacia ellas. “En la comunidad preguntan por qué el Estado tendría que validarnos. Entiendo mucho esa perspectiva, pero justo al querer ejercer plenamente los derechos se vuelve mucho más importante”, dijo Ari.
El INE el primer paso para los derechos NB
Al despacho de Isla Chávez llegó el caso de una persona NB a la que una institución de Salud Pública le advirtió un cese de los servicios por tener documentos con diferente nombre.
“El Seguro Social incluso le dijo que podrían suspender sus tratamientos médicos, porque no tienen un documento de identidad con fotografía que haga constar su identidad de género actual como persona no binarie”, relató.
Lo mismo podría llegar a pasar con Ari si es que, un día, un recinto educativo decide que al no tener certeza jurídica de su identidad, no podrá seguir estudiando o tendrá que hacerlo con su nombre asignado al nacer; vulnerando nuevamente sus derechos humanos básicos.
La lucha sigue. Una persona puede identificarse como no binarie en el INE, pero si se trata de alguien cuyo nombre ya no es el mismo, se verá obligade a iniciar un proceso legal que en promedio tarda año y medio resolverse, casi siempre con un amparo de por medio y donde el desgaste emocional y económico está presente.
Este tipo de solicitudes al INE se realizan hace alrededor de un año, pero fue hasta ahora que el tema se discutió de manera formal, lo que dejó a decenas de personas en un estado de incertidumbre.
“Con las personas no binaries no se debe de entrar en ese falso debate de si existe o no existe”, señaló Isla Chávez. “El Estado debe tener como algo primordial el reconocimiento de sus identidades de género”.
O al menos, los colectivos, la clínica y las personas no binaries seguirán luchando por ello más allá del INE. Ari prepara las mesas este 3 de marzo con el objetivo de crear iniciativas que marquen un antes y un después; que les permitan el reconocimiento legal e institucional un documento a la vez. Información Radio Fórmula