Por Adrián Rueda
A estas alturas del partido, nadie duda de que Claudia Sheinbaum ha puesto a correr en serio a Omar Hamid García Harfuch para que busque posicionarse como su sucesor en 2024.
Discreto y de bajo perfil, el secretario de Seguridad Ciudadana hizo un tour por varios medios previo a su visita al Congreso de la CDMX, con motivo de la glosa del Tercer Informe de Gobierno de su jefa.
El pretexto fue hablar de sus logros en el combate a la delincuencia, aunque todo el mundo lo tomó como el banderazo para empezar a medir su presencia en el ánimo de los capitalinos.
Obviamente, el funcionario no se habría atrevido a hacer esa jugada sin la correspondiente autorización, sobre todo porque entre sus visitas a medios llamó poderosamente la atención la que hizo al estudio de Brozo, el temible payaso que acostumbra deglutir políticos.
Pero lo más interesante es que el personaje de los pelos verdes es pilar de Latinus, proyecto señalado desde las mañaneras como un medio adverso a la 4T.
En la entrevista —raro en él—, el payaso tenebroso dejó ir vivo a su invitado, a quien en un par de ocasiones invitó a destaparse para 2024, pero Omar Hamid se apegó al clásico de que todo se lo debe a su mánager; o sea, a Claudia.
Es claro que ni García Harfuch ni Sheinbaum se hubieran atrevido a iniciar el trote sin haber tocado base en Palacio Nacional.
Quizá el jefe de la Policía no sea la primera opción, pero sí una tercera vía, pues habrá que medir los ánimos y ver si conviene a la 4T lanzar a un moreno puro u otro perfil.
Omar Hamid podría conectar con los millennials y los que vienen detrás, pues es un prospecto joven al que se le podría construir un perfil ciudadano. Además, su figura crecería si entrega buenos resultados en seguridad, que es la demanda más sentida.
Lo delicado para él es que su destape tan anticipado lo pone en la lupa de varios tiradores: los trogloditas de Morena, que buscarán acabarlo antes de que crezca.
Entrenado para tareas policiacas, García Harfuch se metió a un terreno que conoce, pero no domina: la grilla interna de Morena, plagada de descantonemos y caníbales, como Martí Batres, por ejemplo.
Pero no sólo el secretario de Gobierno, eso sería lo de menos. Lo difícil vendría cuando los presidenciables entren en acción y se quieran repartir el pastel, pues la Ciudad de México es la joya de la corona, después de la Presidencia de la República.
Desde que la izquierda llegó al poder con Cuauhtémoc Cárdenas, la policía ha sido un trampolín político. Leonel Godoy, por ejemplo, después de ello fue gobernador de Michoacán.
Ni qué decir de Marcelo Ebrard, quien brincó a jefe de Gobierno y hoy es de los presidenciables. O Miguel Ángel Mancera, que inició en la Policía y después pasó a la Procuraduría del DF, antes de ser jefe de Gobierno del DF.
Hasta Joel Ortega, que en su estancia en la SSP acumuló un gran poder político, lo que en un tiempo le dio para aspirar al gobierno capitalino.
Y podrán decir que todos ellos eran grillos profesionales, pero Mancera, al igual que Omar Hamid, no lo son, así que en una de ésas se le alinean los astros.
Por lo pronto, Claudia ya tiene su corcholata.
CENTAVITOS
Por cierto, esta mañana el Presidente dará a conocer en Palacio Nacional los índices de seguridad en la CDMX, y habrá que estar muy pendientes del ánimo presidencial, pues si dice que todo va de maravilla, sería un espaldarazo más a Claudia. Pero también una palomita para García Harfuch —que es el responsable—, lo que a muchos no les gustaría. Información Excelsior.com.mx