Un experto sugiere que la siguiente variante podría ser más leve.
La pandemia de COVID-19, que lleva ya casi dos años y en México atraviesa su cuarta ola, no terminará con la variante ómicron, según un artículo de la revista Nature.
Si bien es cierto que la OMS y otros han sugerido que un gran número de infecciones por la variante podría indicar el paso a la fase endémica, por el aumento a corto plazo de las infecciones y la inmunidad que genera, los expertos advierten que la situación es difícil de precisar.
“Se mueve muy rápido lo que da muy poco tiempo para preparar cualquier tipo de respuesta. Entonces, las decisiones deben tomarse bajo una gran incertidumbre”, dice Graham Medley, modelador de enfermedades infecciosas de la London School of Hygiene y Tropical Medicine.
Por otro lado, para que la vacuna haga efecto se necesitan dos semanas y para ese momento, ómicron ya está presente, destaca la especialista de la University College de Londres Christina Pagel.
A esto hay que añadir que las vacunas de virus inactivados parecen ofrecer menor protección contra la variante, pues generan pocos anticuerpos y, según el artículo, constituyen casi la mitad de las diez mil millones de dosis que se han distribuido por el mundo. Aunque destacan que es probable que las vacunas protegan contra los síntomas graves.
¿Cuándo podría acabar la pandemia de COVID-19?
Entonces, como es poco probable que el virus desaparezca por completo, el COVID-19 pasará de ser una pandemia a ser una enfermedad endémica, lo que significaría vivir con este coronavirus sin restricciones debido a la gran inmunidad que generó la población.
Pero es difícil precisar cuando ocurrirá esto, pues incluso a los mejores modelos de enfermedades les resulta difícil hacer pronósticos más allá de unas semanas.
Para Mark Woolhouse, epidemiólogo de enfermedades infecciosas de la Universidad de Edimburgo, el COVID-19 se volverá endémico cuando la mayoría estén protegidos contra infecciones graves porque estuvieron expuestos varias veces al virus cuando eran niños y, en consecuencia, hayan desarrollado inmunidad natural.
Esto podría tomar decenas de años y significará que los mayores seguirán siendo vulnerables, pues no estuvieron expuestos cuando eran niños.
No está garantizado que la siguiente variante después de ómicron sea más leve, pero el virólogo Julian Tang destaca que ese parece ser el patrón hasta ahora. “Este virus se está volviendo más y más leve con cada iteración”, señala. Información Radio Fórmula