En junio de 2008 una noticia sacudió al futbol mexicano: Oswaldo Sánchez pisó una cárcel de Chicago luego de disputar un partido con la Selección Mexicana frente a Perú, y aunque las versiones apuntaban a que fue detenido en estado de ebriedad, el exjugador señaló que esa es ‘la mentira más grande’ sobre él.
“La mentira más grande que me han levantado, que me metieron al bote en Chicago después de un juego con la Selección y que en la tapa de los periódicos amarillistas decía ‘Oswaldo Sánchez, encarcelado por borracho’, cuando todo fue un tema de una confusión en el hotel”, dijo en charla con el Escorpión Dorado.
Sánchez Ibarra, quien disputó el duelo entre México y Perú bajo el mando del interino Chucho Ramírez, explicó que únicamente estaba reunido con unos compañeros en un cuarto del hotel de concentración, alegando que la policía llegó de repente con la consigna de apresarlos.
“Estábamos escuchando música en la habitación, era nuestro piso, habíamos ganado 4-0 en Chicago y nos habían dado noche libre, algunos se fueron a un bar, otros nos quedamos en el hotel, yo estaba con mi familia y me voy un rato a donde estaban los muchachos y de repente llega la seguridad del hotel con policías y dicen ‘en este momento todos los mexicanos van a la cárcel’”, dijo.
El mundialista en Alemania 2006 acusó que un oficial de policía lo roció con gas lacrimógeno y lo esposó, siendo el único de un grupo de siete futbolistas al que llevaron a la cárcel.
“Yo me asusto, me salgo y de repente el policía viene detrás de mí, (me arroja gas) lacrimógeno a los ojos, abrieron la habitación y ahí me aventaron y me esposaron boca abajo en una cama. Yo les decía ‘¿Por qué?’, y me llevaron al bote”, sentenció.
El exportero de Atlas, América, Chivas y Santos afirmó que dicho incidente le ocasionó problemas cada vez que se trasladaba a Estados Unidos por lo que emprendió una demanda contra el hotel, llegando así a un acuerdo para limpiar sus antecedentes. Información Medio Tiempo