Por Francisco Garfias
La noticia arrasó con los principales espacios en los medios. Donald Trump anunció ayer que trabaja en forma acelerada para catalogar a los cárteles de la droga mexicanos como “organizaciones terroristas extranjeras”.
Asunto muy grave. Implica que Estados Unidos irá directamente en contra de los narcos donde quiera que se encuentren. Y no lo decimos nosotros. Son palabras del canciller Marcelo Ebrard.
Hay mexicanos, los menos afortunadamente, que lo piden y hasta lo aplauden. Basta con darse una vuelta por las redes sociales. Quiero pensar que es el hartazgo o la desesperación de no ver una estrategia efectiva para frenar la violencia que enluta al país hace ya muchos años.
Pero permitir o solicitar una intervención de los gringos para rescatarnos es admitirnos cobardes, incapaces de defendernos, negar nuestra historia, prolongar la subordinación indefinidamente.
Está descartado que México acepte. “No somos vendepatrias, no vamos a permitir ninguna amenaza o intervención del extranjero”, afirmó López Obrador.
*La designación de los cárteles como organizaciones terroristas trae más fondo de lo que parece. Trump persigue la reelección. Estigmatizar a los mexicanos es rentable electoralmente en Estados Unidos.
Ovidio Guzmán nada tiene que ver con Osama Bin Laden ni el Cártel Jalisco Nueva Generación con Al Qaeda o el del Golfo con ISIS. Sus conceptos y objetivos en nada se parecen. Es cierto que en términos estadísticos, los cárteles son más violentos. Sólo en México se cometen aproximadamente 35% más asesinatos que los que perpetran, en su conjunto, los grupos terroristas reconocidos, dice la carta que LeBarón le mandó a Trump para pedir que se declare terroristas a las organizaciones de narcos.
*El tema no es nuevo. En marzo pasado, Trump le dijo al ultraconservador portal estadunidense Breitbart News que consideraba esa posibilidad.
Lo mismo propusieron representantes republicanos (Mark Green y Chip Roy) en una carta que le enviaron al secretario de Estado, Mike Pompeo, según recordó el exembajador de México en Estados Unidos, Arturo Sarukhán.
El diplomático enumeró las sanciones y medidas que se derivarían de semejante “designación: reducción de los programas de cooperación bilateral, suspensión de corresponsalías con bancos y financieras del país, prohibición de importaciones del país en el que operan las organizaciones terroristas, voto en contra de líneas crediticias en los organismos internacionales…”.
Los focos están casi en rojo.
*Va lo que dijo el canciller Ebrard, palabra por palabra, en la mañanera del pasado lunes, cuando se habló del tema de designar terroristas a los cárteles de la droga: “Es solicitar o acceder a que haya una acción directa de Estados Unidos en nuestro territorio. Eso nunca lo vamos a aceptar…
“Lo que se está buscando, cuando se usa ese término, es que Estados Unidos pueda clasificar diferentes grupos como tales y entonces actuar directamente contra ellos donde quiera que se encuentren. En eso México no va a estar de acuerdo, Muchos países del mundo no van a estar acuerdo”.
La cancillería, por cierto, dio a conocer un comunicado en el que informa que ha entrado en comunicación con autoridades de EU para conocer el contenido y los alcances de lo dicho por Trump.
*El presidente López Obrador tiene mejor relación con Trump que la que tenía el mandatario estadunidense con Peña Nieto. El propio jefe de la Casa Blanca se lo dijo ayer al muy conservador periodista estadounidense, Bill O’Reilly, en la entrevista radiofónica donde reveló que ha estado trabajando en el tema de catalogar a los cárteles como terroristas desde hace 90 días. “Los cárteles serán designados”, dijo.
Trump cifró en 100 mil al año, el número de estadunidenses muertos por las drogas provenientes de México. O´Really le dijo entonces que si otro país asesinara 100 mil americanos, EU iría a la guerra con ese país. El presidente asintió:
“Los cárteles serán designados”.Información Excelsior.com.mx