Aunque la tecnología ha avanzado a pasos agigantados hay miles de cosas que seguramente no han sido descubiertas y misterios que no han sido resueltos.
Recientemente un grupo internacional de paleontólogos descubrió que un fósil de hace 180 millones de años hallado en el noroeste de Hungría en 1996 que estaba almacenado en el Museo de Budapest perteneció a una -hasta ahora- desconocida especie que se asemeja a un cocodrilo pero tiene rasgos de delfín.
Aunque la evolución es un proceso hay especies que terminan pareciéndose a otras porque desarrollan estructuras similares para cumplir con una misma función.
En el estudio publicado en Peer J se identificó que la rara especie a la que llamaron Magyarosuchus fitosi vivió en la era jurásica.
El espécimen que representa un eslabón perdido en el árbol genealógico de los cocodrilos tenía casi cinco metros de largo, grandes dientes y aletas tipo delfín.
Este fósil proporciona una visión única de cómo los cocodrilos comenzaron a evolucionar en forma de delfines. La presencia de una armadura ósea y una aleta caudal resalta la notable diversidad de cocodrilos de la era Jurásica”, dijo el doctor Mark.Young.
Incluso varios internautas dieron a conocer la insólita noticia en sus redes sociales.
Científicos han identificado una nueva especie “Magyarosuchus fitosi” con características intermedias entre animal terrestres y acuático.
Información Excelsior.com.mx