“No solo tengo 10 hijos y tengo 30 años, también los educo en casa, y la gente no está de acuerdo con este estilo de vida. Muchos cuestionan mi derecho a ser madre, y pienso que esta situación explotó”, eso explicó Ina Rogers.
Al respecto, las autoridades consideran todo lo contrario después de descubrir las condiciones de vida en que tenían a los 10 niños. “Basado en el testimonio de los niños, creemos que hubo tortura en esta casa”, informó Sharon Henry, fiscal del condado de Solano, en California.
Asimismo, la policía se percató las condiciones extremas cuando fue a entregar a un niño de 12 años que había estado desaparecido y fue encontrado durmiendo en un jardín. Al ingresar a la casa vieron que nueve niños, de 4 meses a 11 años, vivían en condiciones “inseguras e insalubres”.
La policía detuvo a Rogers por cargos de negligencia a finales de marzo, y días después también Jonathan Allen, de 29 años, padre de la mayoría de los niños fue arrestado, por tortura y abuso de menores. Mientras que las víctimas, menores de edad, fueron trasladadas a un albergue infantil.
De acuerdo con Sin Embargo, además de los excrementos de humano y animal, orina, basura acumulada, comida podrida y hasta escombros en el suelo, la policía señaló que los niños también sufrieron abuso físico y emocional.
Desde 2014 se han suscitado serios incidentes de abuso, que resultaron en golpes, perforaciones, quemaduras y hasta cicatrices consistentes con disparos de pistolas de aire comprimido, según el testimonio brindado en las últimas semanas.
“Los niños parecen estar mejorando”, comentó el agente Greg Hurlbut. Actualmente están en custodia de otros familiares.
Por su parte, el padre que se declaró inocente permanecerá detenido con una fianza establecida en 5 millones de dólares, y con la expectativa de ser acusado de nuevos cargos. “No he visto un caso como este en décadas. Hemos acusado a alguien de torturar a sus propios hijos, si eso te dice algo”, añadió Hurlbut.
En tanto la madre fue puesta en libertad después de pagar una fianza de 10 mil dólares, y ofreció un recorrido a la prensa por la casa de cuatro habitaciones. Según su argumento, la pareja quería una familia grande, y el caos del lugar fue causado por la intervención de la policía.
Cabe mencionar, la casa está dividida en un cuarto para los padres, otro para todos los niños, una habitación de juegos y un “salón de meditación”, que todavía se encontraba en condiciones deplorables.
Según el testimonio de los vecinos la familia se mudó al lugar hace poco más de un año por lo que la situación no llevaba mucho tiempo así.
Con información de Sin Embargo