Dice el refrán que cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pongas las tuyas a remojar; serás testigo de un par de situaciones que son resultados similares a los que podrías experimentar, si te enfrascas en realizar las cosas impulsivamente. No permitas que nadie juzgue tu manera de expresar las emociones, es un hecho que no siempre encontráremos empatía en los demás, pero eso no significa que tengas que limitarte.