Por. Pascal Beltrán del Rio
En la composición de su representación legislativa, los países democráticos optan por fórmulas distintas. Sería difícil argumentar que es mejor integrarlas con miembros elegidos por los votantes de forma directa o mediante la representación proporcional o una combinación de ambas.
En todos los casos pueden encontrarse ventajas y desventajas, de acuerdo con distintas perspectivas. Habrá a quien guste o disguste que los sistemas de mayoría propicien la consolidación de partidos grandes, y habrá a quien guste o disguste que los sistemas de representación proporcional generen una sobrerrepresentación de las minorías.
Más allá de si su sistema es presidencialista, parlamentario o híbrido, las democracias más reconocidas del mundo no siguen un mismo modelo.
Por ejemplo, Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Francia e India, entre otros, tienen un sistema de mayoría pura. Los integrantes del congreso o el parlamento son quienes ganan en una o dos vueltas la mayoría de los votos en su distrito.
En Estados Unidos los votantes están distribuidos en 435 distritos, donde se elige a un miembro de la Cámara de Representantes que representa en promedio a 711 mil personas. Fuera del estado de Georgia, donde hay un sistema de segunda vuelta, el ganador en cada distrito es quien obtiene la mayoría de los votos, independientemente del porcentaje.
Otros países eligen a los miembros de su Cámara baja mediante la representación proporcional, mediante listas nacionales o regionales.
Es el caso de España, Argentina, Brasil, Bélgica, Chile, Colombia, Dinamarca, Ecuador, Finlandia, Guatemala, Islandia, Indonesia, Israel, Italia, Países Bajos, Nicaragua, Noruega, Perú, Portugal, Suecia, Turquía y Uruguay, entre otros.
Los españoles eligen el Congreso de los Diputados –que debe tener entre 300 y 400 miembros– mediante listas partidistas en 52 circunscripciones, que se corresponden con las 50 provincias del país (a las que hay que agregar las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla). En las elecciones generales de 2016 hubo un rango de dos diputados para la provincia de Soria y 36 para la de Madrid.
Otros sistemas son mixtos, como el México. En países como Alemania, Suiza, Japón, Rusia, Corea del Sur y Nueva Zelanda, se elige a un número de diputados de mayoría y otro de representación proporcional.
Suiza quizá tiene el sistema de votación más peculiar en el mundo desarrollado. El Consejo Nacional (Cámara baja) se integra con 200 miembros elegidos mediante representación proporcional, con listas cantonales que van de uno a 35 diputados.
Obviamente en los cantones que, por su baja población, sólo alcanzan un diputado en el Consejo, la elección es de mayoría relativa, pues el partido que obtiene el mayor número de votos gana el asiento. En el resto de los cantones, las diputaciones se asignan de acuerdo con el porcentaje de votos de los partidos. El que más asientos asignados tiene es Zúrich, con 35.
En los cantones con más de un diputado, las listas que presentan los partidos pueden ser modificadas por los electores. Lo pueden hacer de dos maneras: cancelando los nombres de los candidatos que no les gustan y ponderando (es decir, inscribiendo hasta dos veces) los nombres de los que sí.
Al final, los candidatos reciben los votos que les otorgaron los electores y los partidos reciben el número de asientos que les corresponde por el porcentaje de sufragios que obtuvieron en el cantón respectivo.
Como se ve, no hay un sistema electoral único en el mundo para integrar legislaturas. Cada país opta por el que cree más conveniente. Ser democrático o no, no depende exclusivamente de esa decisión.
Y no son raros los casos en los que se busca cambiar de sistema. Así ha sido en Reino Unido, donde el movimiento para implantar la representación proporcional ha tenido un fuerte empuje en años recientes. Sin embargo, hay quienes creen que el régimen de mayoría relativa ha mantenido a raya a los ultranacionalistas del partido UKIP, que han estado casi al margen de la Cámara de los Comunes.
En México, la representación de las minorías llegó por la vía de los llamados diputados de partido, en 1962, y luego se incrementó con los de representación proporcional, en 1977. Originalmente 100, los plurinominales aumentaron a 200 en 1986.
Esos son los que algunos han propuesto reducir e incluso eliminar, como ahora lo hace el PRI. Información Excelsior.com.mx