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A diferencia del que existe en México, el sistema electoral de Estados Unidos es altamente descentralizado, con funciones realizadas a nivel municipal (o de condado), estatal y federal, y distintas maneras de registrar y contar los votos.
Una legislación federal aprobada en 1993 ordena a los estados a llevar un registro de los electores. En 33 de los 50 estados, el funcionario encargado de mantener y actualizar el padrón es elegido por voto popular; en seis estados, es designado por el gobernador; en cuatro, es escogido por la Legislatura estatal, y en los diez restantes, surge de una comisión electoral en la que están representados los partidos políticos.
Hay más de 10 mil jurisdicciones administrativas electorales en Estados Unidos. En la enorme mayoría de los estados del país, las funciones básicas —como instalar los centros de votación— recaen en los condados, aunque hay algunos donde esto ocurre a nivel municipal.
En 34 estados, estas tareas son supervisadas por una sola persona o entidad. En 26, es una sola persona, casi siempre un funcionario de condado, usualmente elegido. El condado –o parroquia, en Luisiana—es una subdivisión de los estados. Hay más de 3 mil condados en la Unión Americana.
En ocho estados, las elecciones son administradas a nivel local por una comisión. En 16 estados, las funciones son compartidas.
La principal tarea electoral federal consiste en aplicar las leyes de financiamiento de las actividades electorales. La Comisión Federal Electoral está formada por seis comisionados que son nominados por el Presidente de Estados Unidos y confirmados por el Senado.
En cuanto a los métodos para recabar y contar el voto, también hay diferencias de estado en estado. Incluso dentro de algunos estados puede haber diferencias, como en Texas, donde seis condados siguen usando el voto electrónico, mientras que el resto han migrado al voto en papel.
Hoy, durante un mitin, el candidato republicano Donald Trump argumentó que el único voto seguro es el que se registra en boletas de papel. Citó al empresario Elon Musk, el multimillonario dueño de Tesla y SpaceX que apoya su campaña, quien “sabe mucho de computadoras y por eso cree que una votación levantada electrónicamente puede ser intervenida”.
Lo cierto es que 2002, a raíz de dudas que dejó la elección de 2000, Estados Unidos ha ido reemplazando el voto en pantalla puramente electrónico por el voto en papel.
Hay diferencias modalidades de éste. En algunos estados y condados, se vota en papel y se cuenta a mano; en otros, se llenan las boletas a mano pero éstas son escaneadas por un lector óptico. En 14 estados, hay métodos combinados para votar.
La desconfianza que Trump y otros han sembrado en el sistema electoral estadunidense seguramente seguirán siendo alimentados por las múltiples combinaciones administrativas y prácticas para recoger el voto. Información Excelsior.com.mx
