Cuando hace calor es común escuchar lo recomendable que es usar ropa de colores, debido a que el negro absorbe la energía del Sol.
Es cierto que los colores obscuros absorben el calor, pero eso no es malo, ya que ayudan a mantener el cuerpo fresco. Una vez que la ropa negra absorbe el calor, lo mantiene alejado de nuestro cuerpo y se queda en las prendas, sobre todo si son gruesas.
Arturo Quirantes, profesor de la Universidad de Granada, España, dijo para BBC Mundo:
Nosotros emitimos energía térmica. Si llevamos ropa blanca, el calor que emitimos rebota contra la tela y no puede salir. En cambio si la tela es negra, lo absorbe. Y si corre brisa, esta se lleva el calor por convección, que es un mecanismo eficiente para mantenernos frescos”.
Esta teoría explica porque los beduinos, grupo nómada que habita en los desiertos de Arabia Saudita, Siria, Jordania, Irak e Israel, cruzan el desierto utilizando túnicas negras gruesas. Su vestimenta ayuda a soportar altas temperaturas hasta 50 grados centígrados.
Los beduinos usan túnicas pesadas y holgadas que absorben el calor, el grosor impide que llegue a la superficie de la piel, mientras que circula el aire al interior.
Tras esa explicación, la recomendación es usar ropa negra gruesa y que a la vez esté holgada para que el calor pueda fluir sin que se quede atrapado en nuestros cuerpos.
Con información de Milenio