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Guadalajara, Jalisco –
Chivas vive épocas de dificultades económicas o, según la directiva, de consolidación financiera. Así es como la cúpula rojiblanca ha denominado a su periodo de ahorro, por lo que dicho apretón afectará en lo deportivo, para la planeación hacia el Apertura 2018.
Para esta pretemporada, el Guadalajara dejará atrás el lujoso hotel Moon Palace de Cancún, donde en los últimos años hacían sus trabajos de playa. Ahora, y hasta nuevo aviso, la sede cambió y a partir del 11 de junio todo el plantel entrenará al nivel del mar, pero en Acapulco para bajar los costos de operación y traslado.
Esta medida es una más de las que afectan al Rebaño, cuyos jugadores llevan varias semanas reclamando el pago de los premios por los títulos del 2017. Pero la inconformidad de los futbolistas no es lo más grave, ya que por las deudas hay casos abiertos en la Comisión de Controversias de la Femexfut, de manera que Chivas no podrá fichar en el Draft de principios de junio, sino solo vender jugadores, en caso de que no se hagan los pagos.
La decisión sobre el cambio de sede de pretemporada ya le fue notificada al entrenador Matías Almeyda, quien se reunirá con el resto de su grupo de trabajo para rearmar el plan de trabajo. Hasta ahora, Almeyda ha mantenido la calma por la situación, pues le han explicado los cambios necesarios ante la “consolidación financiera”.
De cualquier modo, el argentino les dio su punto de vista durante las reuniones con la directiva desde antes de su viaje de vacaciones, esperando que le cumplan algunas de las sugerencias que dejó, sobre todo en la cuestión de refuerzos.
El corporativo de Jorge Vergara, que incluye Chivas y Omnilife, requirió hace unos meses de un crédito por cerca de 3 mil millones de pesos para solventar las dificultades económicas, que por otro lado incluyen el reclamo de la Secretaría de Hacienda para que pague 800 millones de pesos por impuestos no saldados del 2010 y 2011. Información Medio TIempo
