Por Eduardo Ruiz-Healy
El 15 de julio de 2018, el entonces flamante presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, dio a conocer desde las escaleras de la casona que fue su oficina de campaña, en la CDMX, sus “50 lineamientos generales para el combate a la corrupción y la aplicación de una política de austeridad republicana”.
Sobre ellos escribí días después lo siguiente:
“Los lineamientos buscan que los funcionarios se conviertan en verdaderos servidores públicos y no, como hasta ahora ha sido el caso, se sirvan del público para aumentar su patrimonio y darse la gran vida. Buscan cambiar la cultura que hasta ahora ha imperado en una burocracia abusiva que es detestada por la mayoría de los mexicanos. Ojalá la mayoría de los 50 funcionen en los hechos”.
Recordé los lineamientos el miércoles pasado cuando, durante la conferencia de prensa de Andrés Manuel se dio este diálogo entre él y una reportera de la revista Contralínea:
REPORTERA: Presidente, tenemos información de que el actual director de CENEGAS, Abraham Alipi, viajó a Miami el año pasado cuando todavía era funcionario de Petróleos Mexicanos, invitado por empresarios contratistas de la empresa petrolera en un vuelo privado para presenciar el partido del Super Bowl. En Contralínea publicamos algunos detalles como el plan de vuelo y que este se realizó en un jet Cessna. La pregunta es si se van a permitir continuar con este tipo de acciones en esta administración.
PRESIDENTE: No se permite eso. En este caso ya se hizo una investigación, se comprobó de que sí fue a Miami, pero que fue invitado, él no pagó el viaje y se consideró que no tiene ningún delito.
REPORTERA: Pero fueron contratistas de la petrolera. ¿No hay algún conflicto de interés?
PRESIDENTE: Sí, pero no hay contratos de por medio, se hizo la investigación a fondo sobre eso en particular y estuvimos atentos, y estamos atentos a todo y cuidando de que no haya corrupción.
Al decir “se comprobó de que sí fue a Miami, pero que fue invitado, él no pagó el viaje y se consideró que no tiene ningún delito”, el presidente aceptó que Alipi ignoró dos de los 50 lineamientos: el 23, que dice que “Nadie podrá utilizar aviones o helicópteros privados”; y el 30, que establece que “Los funcionarios de Hacienda, Comunicaciones, de Energía y de otras dependencias, no podrán convivir en fiestas, comidas, juegos deportivos o viajar con contratistas, grandes contribuyentes, proveedores o inversionistas vinculados a la función pública”.
Al viajar en un jet Cessna, privado, Alipi ignoró el 23, y al viajar con contratistas para convivir en un evento deportivo en Miami hizo caso omiso del 30.
Pese a ello, AMLO lo justificó y exoneró, no sé si de un delito, pero sí de ignorar olímpicamente dos de sus lineamientos que supuestamente buscaban “que los funcionarios se conviertan en verdaderos servidores públicos y no, como hasta ahora ha sido el caso, se sirvan del público para aumentar su patrimonio y darse la gran vida”.
¿Por qué defiende el presidente a un funcionario como Alipi, que aprovecha su puesto para darse la gran vida, entre otras cosas?
Los 50 lineamientos pueden leerse en lopezobrador.org.mx/2018/07/15/50-lineamientos-generales-para-el-combate-a-la-corrupcion-y-la-aplicacion-de-una-politica-de-austeridad-republicana
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