Es un asunto que mucha gente le costará admitir, pero incluso en las relaciones aparentemente más felices siempre existe la posibilidad de que haya cuernos.
Somos humanos, nos equivocamos y la idea de estar junto a otra persona toda la vida seguramente asuste a la hora de decir el “sí quiero”.
Por ello, si vas a tomar la decisión de pasar por el altar es muy importante que sepas con toda certeza a quién has escogido como compañero de vida, así como también reparar en ti y si de verdad estás preparado o todavía estás abierto a cualquier tipo de desliz del destino.
Detonantes
Los instintos juegan muy malas pasadas. Pero, ¿cuáles son las razones, al margen del mero impulso físico, por las que se acaba traicionando a la pareja?
Muchos dirán que el peso de la rutina o el desgaste cotidiano. Otros que ya no sienten lo mismo que sentían. En cualquier caso, la infidelidad es algo que sucede más de lo que creemos en aquellas relaciones que parecen salidas de cuento.
Alicia Walker, una profesora asociada de Sociología en la State University de Missouri, tiene la teoría de que las mujeres engañan mucho más a sus parejas que los hombres. Después de una larga investigación sobre el tema, acaba de publicar ‘The Secret Life of the Cheating Wife’ (algo así como “La vida secreta de la mujer que pone los cuernos”), donde reúne una larga lista de casos con conclusiones verdaderamente sorprendentes.
“Una vez leí en un estudio que el 90% de las personas que engañan a sus parejas nunca dejan la relación”, asegura, en una entrevista para la revista ‘Fatherly’. “Es algo que muy pocas veces sale a la luz, ya que en las historias de infidelidad parece que siempre acaban en divorcio. También descubrí en otra investigación que un 80% de los mentirosos nunca son pillados, una estadística que se amplía en el caso de las mujeres”.
El detonante que hizo que Walker se pusiera a investigar fue otro estudio en el que se afirmaba que las mujeres son especialmente vulnerables a la infidelidad una vez pasan los 40 años.
“Me di cuenta de que no había mucha ciencia sobre el asunto de la infidelidad, ya que parece que actuamos como si no ocurriera”, asegura. “Muchas de las que creemos están en este momento engañando a sus parejas. Hay una gran cantidad de datos que ofrecen una alta probabilidad de que, por ejemplo, lo hagan con un compañero del trabajo, y también que usen la consabida frase de: ‘Mi matrimonio es genial y estoy muy satisfecha’”.
“Si queremos que cambien las cosas, es hora de pensar en la posibilidad real de una infidelidad, pero también tener conversaciones más honestas sobre sexo con tu pareja, preferiblemente antes del matrimonio”, recomienda Walker.
“Muchas mujeres de mi estudio mencionaron no haber tenido una conversación seria sobre sus inquietudes sexuales. Nos adentramos en relaciones románticas y pensamos que el sexo va a ser bueno y funcionar de manera fluida, pero esto no es cierto. Lo mejor para que no haya que recurrir a una tercera persona es mostrarte completamente abierto a lo que tu pareja demanda”.
Las entrevistadas por la autora reconocieron sentir asco o vergüenza a la hora de abrirse con sus compañeros. Lo que más le sorprendió fue encontrarse con le hablaron de matrimonios abiertos con relaciones sexuales liberalizadas.
“Por norma general no quieren dejar a su esposo, están contentas con su vida, pero lo único que realmente quieren es tener una cierta variedad en sus parejas sexuales”, argumenta Walker. “No es solo ‘Oh, cómo quiero a mi esposo, solo quiero estar con él’, sino más bien ‘¡Quiero muchísimo a mi esposo pero quiero probar todos los platos del menú!’”.
Además, según afirma la autora, cree que estas mujeres lo ven como un ejercicio de empoderamiento. El hecho de seguir bajo el paradigma de una relación matrimonial machista en la que es él quien la recibe en el altar o quién paga la cena, sigue pesando muchísimo a la hora de acabar engañando a su marido.
“La mayoría de ellas se sintieron atenazadas por estos roles y normas sociales. Siempre sintieron ser elegidas, en vez de ser ellas que eligen”, reitera Walker. “Y luego recurren a páginas de citas en las que por fin son ellas las que toman decisiones”.
¿Qué hacer para evitarlo?
Walker incide muchísimo en la práctica de la atención y la confianza.
“Siempre que estés con tu cónyugue es esencial que pienses tanto en sus necesidades como en las tuyas”, concluye.
Con información de El Confidencial.