El domingo, Rogelio Jiménez Pons anunció que se contempla cerrar el Aeropuerto Internacional de Mérida, y construir otro nuevo hacia el sur de la ciudad, que sería concesionado a un operador privado y financiado con asociaciones público-privadas
La idea es que el aeropuerto nuevo enlace con la terminal del Tren Maya, es un proyecto inmobiliario de dos mil hectáreas y será enteramente financiado por empresarios inmobiliarios, es decir, Fonatur sólo fungiría como promotor. El diseño general del mismo está corriendo a cargo del arquitecto Enrique Norten.
Al respecto, el presidente de la CMIC Yucatán, Ing. Raúl Aguilar Baqueiro, señala lo siguiente:
Como Cámara, estamos a la espera de contar con más detalles sobre los plazos, monto de inversión, estructura financiera y características del proyecto para emitir una opinión profesional y debidamente documentada al respecto.
Toda inversión proyectada para el desarrollo de infraestructura es bienvenida al estado, y la CMIC en su momento pondrá toda su disposición y la experiencia de sus empresarios para el desarrollo del nuevo aeropuerto, en caso de concretarse, sin embargo, hay que tener cautela y valorar todas las implicaciones tanto positivas como negativas que ésta decisión tendrá para el desarrollo futuro del estado y de la ciudad.
La capital del estado necesita homologar las oportunidades de desarrollo para los habitantes de la misma, de cambiarse el sitio del actual aeropuerto, se abonaría en eliminar la barrera física que actualmente separa a las dos méridas. Esto sin duda permitiría desarrollar más vialidades, nuevas rutas de conexión urbana y una reconfiguración en el desarrollo de esa zona en particular.
Lo que es una realidad es que en la medida en que este proyecto vaya a la par con el Tren Maya, y se facilite la conexión con los distintos puntos de la entidad, se detonará el turismo y se potenciará la derrama económica para el estado.