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El hombre murió, ella sobrevivió al ataque y ahora exigen justicia
Delia Margarita Chan Herrera estuvo al borde de la muerte al ser atacada a golpes y pedradas cuando presenció que una familia propinaba una golpiza a su padre, quien días después falleció en un hospital, por lo que ahora exige justicia a la autoridad competente que lleva el caso, porque los presuntos responsables siguen libres y viven como si nada hubiera pasado, en la comunidad X-Kanchakán, municipio de Tecoh.
Sin embargo, Delia no fue la única que fue atacada a golpes y hospitalizada, también su cuñada Leydi María Rubio Amaya, quien trató de defenderla, por lo que ya formularon la denuncia correspondiente ante la Fiscalía General del Estado.
Lo anterior fue denunciado públicamente al POR ESTO! por la familia agraviada, cuya viuda, la señora Amalia Herrera Cauich, dijo que los agresores continúan sus vidas como si nada, pero que también están involucrados algunos policías de Tecoh.
En este sentido, Delia explicó sobre lo ocurrido.
“Vi el ataque, cuando mi papá se quiso escapar de sus agresores le golpearon la cabeza por la parte de atrás con una piedra, cuando cayó arrodillado Glendy lo golpeó en el suelo junto con don Martín, quien lo pateó e Irvin Mendicuti también estaba pateándole, mientras Lizbeth estaba lanzándole piedras, y cuando yo quise entrar para agarrar a mi papá me agarró Glendy y su hermano José Luis me arrastró, me tiraron en la carretera, me estaban lanzando piedras en mi rostro y yo tenía la cara cubierta con la mano para que no me lastimaran mucho y me empezaron a patear, don Martín vino y dijo: ‘Que le rompan los pies, que se los quiebren para que no vuelva a caminar nunca’, fue cuando José Luis me pegó en la rodilla, me dejaron tirada ahí, cuando se fueron mi papá esta inconsciente, mi cuñada también estaba tirada”.
“Cuando llegó la patrulla estaban intentando levantar a mi papá de la carretera, las piedras que le habían tirado a mi papá ellos las recogieron y las aventaron al otro lado de la calle, uno de ellos es Celestino Martín, no se movía, ellos lo tiraron a la camioneta y cuando me quise acercar no me dejaron subir, me dijeron que no, que estaba viniendo otra patrulla”, dijo la demandante.
¿Usted también estuvo hospitalizada por la golpiza?, preguntamos.
“Sí, hice tres días en Acanceh, me habló la esposa del comisario, me dijo: ‘¿Por qué te fuiste?, por poco te matan’, llegó un carro rojo, no sé quiénes sean, no son de acá y dijeron a los comerciantes que estaban vendiendo panuchos y salbutes: ‘pobre muchacho que llevaron, lo estaban golpeando por los policías’, contestó una de las señoras que estaba friendo, no es un muchacho, es un señor muerto, estaba inconsciente, ellos vieron como los policías golpeaban también a mi papá”, dijo.
La esposa del finado, doña Amalia Herrera Cauich, dijo que los hechos ocurrieron el pasado 26 de enero, cuando su esposo y uno de sus hijos salieron de su casa con la finalidad de cortar yerba para sus animales.
“Yo fui a la escuela especial para llevar a mi hijo que tiene síndrome de Down el día 26 de enero, entonces cuando me quité mi esposo Marcelino Chan Tun estaba sacándole filo a su coa para que fuera a cortar zacate con mi otro hijo, el más grande; de pronto llegó la patrulla de Tecoh y le preguntó a mi hijo que qué estaba haciendo, mi hijo le contestó estoy cortando zacate, ¿y para qué lo quieres?, preguntó un policía; para mis animales contestó mi hijo, ¿y ese señor?, es mi papá le dijo, ¿y qué problema tienes?, le preguntaron, yo no tengo ningún problema, me levanté de mi hamaca y vine a cortar zacate. No, es que tienes una denuncia y te vamos a llevar, agarraron a mi hijo y se lo llevaron al calabozo de Tecoh”, explicó doña Amalia.
Mientras el hijo menor de doña Amalia estaba detenido en la cárcel municipal de Tecoh, su esposo Marcelino se quedaba sólo en el sitio donde cortaban inicialmente el zacate.
“Entonces uno de los policías le dijo a mi hijo, ‘Vamos a buscar al chavo que puso la denuncia y si lo encontramos lo traemos y te vas otra vez’, dejaron a mi hijo en el calabozo y mi esposo montó su bicicleta y quiso regresar a casa para avisar, pero antes de que llegue acá lo agarraron los señores”, reveló la ahora viuda.
¿Los policías?
“No, la gente que lo mató, Martín Olabo Cauich Iuit, José Luis, su hijo y su yerno Irvin, y sus dos hijas, Lisbeth Maribel y Glendy Liliana Cauich, entonces lo que hicieron fue agarrar a mi esposo, como es de campo tenía su escopeta y se la quitaron, eso viene siendo un robo lo que hicieron, le quitaron todas sus herramientas, ya después lo atraparon ahí; cuando mi hija Delia se enteró que estaba atrapado ahí fue a tratar de ayudarlo y pidió ayuda a los policías, a uno que estaba en la comandancia y le dijo estaba corriendo peligro la vida de su papá”.
“Cuando mi hija llegó al lugar le gritó a su papá que se saliera de ahí, pero mi esposo le contestó: ‘Es que hija, no me dejan salir’, no le daban paso, estaba rodeado por estos señores, entonces llegó mi otro hijo, Erick Efraín Chan Herrera, él es yerno de este señor Martín Olabo Cauich Iuit y no lo dejaron pasar, pero alcanzaron a ver cómo golpeaban a su padre Marcelino”, señaló esta mujer, quien exige justicia.
A decir de esta humilde familia de X-Kanchakán, cuando don Marcelino fue subido a la patrulla ya iba inconsciente, gravemente por la golpiza que le habían propinado.
“Cuando me avisaron fui a ver a mi hijo, llegaron con mi esposo y dijo mi hija que cuando lo levantaron por los policías lo tiraron a la patrulla y que ya estaba muerto, que no estaba consiente, mi hija lo estaba viendo y pidió ir con su papá y no la dejaron, entonces ella regresó y la alcanzaron por un coche, que no sabemos quiénes eran, cuando llegó al calabozo mi esposo estaba esposado, no reconocía a nadie, cuando vieron que estaba inconsciente otra vez lo trasladaron a Acanceh y de ahí al O’Horán y ahí murió, a los 10 diez días murió”, dijo la señora Herrera Cauich.
Sobre lo ocurrido, la familia agraviada ya presentó la denuncia penal correspondiente, sin embargo, acusado de la muerte del señor Marcelino fue detenido su propio hijo Erick Efraín Chan Herrera, quien se encuentra preso en un centro penitenciario, mientras los verdaderos malhechores se encuentran libres, denunciaron las tres mujeres antes citadas.
Por su parte, la señora Leydi María Rubio Amaya, quien es la nuera de la señora Amalia y cuñada de Delia, también fue brutalmente golpeada por los presuntos responsables del homicidio del señor Marcelino, según narró al diario de la Dignidad, Identidad y Soberanía.
“Yo, cuando salí de la casa con mi cuñada fuimos a ver a su papá, porque había hablado por teléfono temprano que lo tenían rodeado por las personas que estaban ahí, no dejaban que el pase, el hijo ya no estaba, lo habían llevado preso, nosotros queríamos llevar al señor a la casa y no nos dejaron, nos golpearon, el que estaba viniendo detrás de mí era ese que le dicen ‘El Negro’, traté de correr para defenderme, pero él agarro una piedra y me la aventó hacia la cabeza para que callera al suelo y ahí pegarme, de ahí vinieron los otros, el papá del muchacho y hasta las mujeres me golpearon, me dejaron herida”
¿Usted también fue hospitalizada?
“Sí, fui a dar hasta el hospital, le dijeron a mi esposo que estaba en coma, estaba yo muy mal, él no me dijo que mi suegro estaba mal ni nada, entonces como yo estaba inconsciente y cuando me levanté los doctores me checaron y todo, me dijeron que ya estaba bien y preguntaron si recordaba lo que me había pasado, sí me acuerdo, recuerdo que unas mujeres y unos hombres me golpearon, les dije”.
¿Esto dónde sucedió?
“Acá en la salida donde está el agua, acá en el pueblo de X-Kanchakán”.
¿Los presuntos agresores viven acá?
“Sí, son de acá, son una familia, es el yerno, hijos, hijas, hasta a mi cuñada la golpearon como quisieron, a mi suegro lo golpearon, le quitaron su escopeta, bañaron en sangre a mi suegro, a mi cuñada la arrastraron y con piedras le dieron, eso es lo que vi”, afirmó doña Leydi María Rubio Amaya. Información PorEsto
