El príncipe Andrew de Gran Bretaña rechazó insinuaciones de que podría haber estado involucrado en los presuntos crímenes sexuales de Jeffrey Epstein, quien fuera su amigo.
El príncipe Andrew dijo a través de un comunicado, divulgado por el Palacio de Buckingham, que él “ha estado horrorizado por los últimos reportes sobre los presuntos crímenes de Jeffrey Epstein. Su alteza deplora la explotación de cualquier persona y la insinuación de que él condonaría, participaría o alentaría tal comportamiento es abominable”.
El comunicado fue divulgado después de que el diario Mail on Sunday obtuviera un video del 6 de diciembre del 2010 que muestra al príncipe Andrew dentro de la casa de Jeffrey Epstein en Nueva York, despidiéndose de una jovencita.
El video fue grabado después del 2008, cuando Jeffrey Epstein fue hallado culpable de un cargo de solicitar prostitución vinculado a una menor.
Epstein, de 66 años, se quitó la vida el 11 de agosto mientras estaba a la espera de su juicio por cargos de tráfico sexual y asociación ilícita.
Caso Jeffrey Epstein
Jeffrey Epstein estaba acusado de crear una red de tráfico sexual de menores hace una década en sus mansiones de Nueva York y Florida, y se había declarado inocente de los cargos.
El millonario ya había afrontado acusaciones similares en Florida en 2008, aunque entonces llegó a un acuerdo con el fiscal Alexander Acosta, posteriormente secretario de Trabajo en la Administración de Trump, que tuvo que renunciar a este cargo por el escándalo desatado por un pacto secreto ocultado a las víctimas.
A principios de agosto, el millonario fue hallado muerto en su celda. La autopsia de la Oficina Forense de Nueva York confirmó que fue suicidio.
Epstein esperaba en una prisión de Nueva York ser juzgado por tráfico sexual de menores.
La información sigue a las primeras conclusiones de la autopsia de que el financiero, de 66 años, tenía múltiples fracturas de hueso en el cuello.
La forense principal de la ciudad de Nueva York, Barbara Sampson, llevó a cabo la autopsia, pero indicó entonces que la determinación de la causa de muerte quedaba “pendiente”, a falta de información adicional.
Ante la información sobre las fracturas múltiples de huesos en el cuello, que algunos expertos consideraron más comunes en víctimas de homicidio por estrangulamiento, Sampson señaló en un comunicado que ningún factor aislado en una autopsia puede proporcionar por sí mismo una respuesta concluyente a lo ocurrido.
En todas las investigaciones forenses, toda la información debe sintetizarse para determinar la causa y forma de la muerte”, añadió Sampson. “Todo debe ser coherente: ninguna conclusión sola puede evaluarse en el vacío”.
De acuerdo con el canal NBC, el magnate se ahorcó con una sábana dentro de la celda del Metropolitan Correctional Center de Manhattan.
Su muerte repentina y en extrañas circunstancias, investigada tanto por el FBI como por el Departamento de Justicia, ha generado numerosas teorías conspiratorias debido a los personajes con los que se relacionaba, como el expresidente Bill Clinton, el príncipe Andrew de Inglaterra o el presidente Donald Trump.
Tras un aparente intento de suicidio el 23 de julio, Epstein estuvo en vigilancia preventiva las 24 horas, pero a los pocos días se le retiró y se le impuso un estatus especial por el cual debía recibir visitas cada 30 minutos y tener un compañero de celda, que no estaba presente ese día.
Los dos guardias de seguridad de la cárcel que estaban encargados de vigilar la celda de Epstein se durmieron y falsificaron el registro para encubrir su error, según indicó el diario The New York Times.