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Al ser en su mayoría espacios reducidos, se debe cuidar la sana distancia entre los empleados y clientes, así como respetar el uso obligatorio de cubrebocas de ambas partes
Con motivo de la emergencia sanitaria por COVID-19 y el retorno a la Nueva Normalidad, la Oficina de Representación Yucatán del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) brinda una serie de recomendaciones para la prevención de esta enfermedad en tiendas de abarrotes, misceláneas, papelerías, ferreterías y demás micronegocios, para de esta forma garantizar la seguridad, tanto de los propietarios y trabajadores, como de los consumidores.
Al ser en su mayoría espacios reducidos, se debe cuidar la sana distancia entre los empleados y clientes, así como respetar el uso obligatorio de cubrebocas de ambas partes, señaló la Dra. Gabriela Canché Briceño, coordinadora auxiliar de Medicina Familiar.
Se debe monitorear la temperatura de los empleados y las personas que ingresen a los negocios, así como la aplicación de alcohol gel al 70 por ciento. Además de colocar en la entrada tapetes o telas con sanitizante para higienizar el calzado, explicó la coordinadora.
El correcto lavado de manos debe realizarse de forma constante por parte de los empleados, en especial si manejan dinero o realizan los cobros; así como el uso de careta si se tiene trato directo con clientes, o colocación de barreras físicas en el local para mayor protección.
En caso de realizar entregas, Canché Briceño exhortó a cuidar la sana distancia, usar el cubrebocas en el trayecto y reparto, desinfectarse las manos con alcohol gel antes y después de la entrega; así como la limpieza y desinfección del vehículo al finalizar la jornada laboral.
La especialista señaló que se debe realizar la limpieza diaria de superficies, objetos, insumos y mercancía, con cloro doméstico (cinco mililitros diluidos en agua) y/o sanitizantes.
Por último, la Dra. Canché Briceño recordó que es importante que los clientes tengan una distancia de al menos 1.5 m entre ellos, esto con ayuda de señalización, para distribuir los espacios entre cada uno y cuidar que no ingrese una cantidad mayor de personas a las instalaciones.
