HAMBURGO.
Enfrentamientos entre manifestantes antiglobalización y las fuerzas del orden dejaron al menos 76 policías heridos ayer, un día antes del inicio de la cumbre del G20 en Hamburgo.
En la protesta titulada “Bienvenidos al infierno”, los activistas encapuchados arrojaron botellas y otros objetos a la policía, que respondió con dureza, usando tanques lanzaagua y gas pimienta. Más tarde fueron incendiados botes de basura y automóviles.
Unas 12 mil personas se sumaron a la protesta que prometía la presencia del “mayor bloque negro de Europa”.
Esta manifestación era la más temida por las autoridades alemanas, que calculaban que se sumarían unos ocho mil violentos de Alemania y distintos países de Europa.
En un edificio cercano fue pintada la consigna: “Solidaridad sin fronteras en lugar de nacionalismo: ataque al G20”, y en el techo del lugar un pequeño grupo disparó fuegos artificiales.
Muchos otros grupos convocaron a manifestaciones pacíficas y presionan a los líderes del G20 a que actúen para combatir el cambio climático y las disparidades económicas en el mundo. Algunos de ellos incluso piden la disolución del grupo con el fin de que las Naciones Unidas se conviertan en la plataforma para atender dichos temas.
Las protestas fueron organizadas por diversos colectivos, entre ellos el movimiento Rote Flora, agrupados en torno a una casa ocupada cercana al centro de congresos donde se celebrará la cumbre.
La marcha fue encabezada por una gran pancarta que pedía “pulverizar” al G20 (“Smash G20”).
Las autoridades desplegaron en Hamburgo cerca de 20 mil policías de toda Alemania como medida antiterrorista y para evitar la violencia de las cerca de 30 marchas convocadas.
Los incidentes continuaron pasada la medianoche en distintos puntos de la ciudad portuaria y miles de manifestantes seguían marchando bajo escolta policial.
En total, se prevé la presencia de más de 100 mil manifestantes en Hamburgo durante la cumbre, y se considera que unos ocho mil de ellos son miembros de grupos violentos de la izquierda europea, indicó la policía.
Los costos de la organización se estiman en 130 millones de euros, lo que implica tanto la seguridad como la acogida de seis mil 500 miembros de las delegaciones y cerca de cinco mil periodistas acreditados, procedentes de 65 países.
Las cifras que rodean la cumbre, marcada por reuniones bilaterales de alto impacto, como el primer encuentro directo entre el presidente de EU, Donald Trump, y el ruso, Vladimir Putin, reflejan la dimensión de un foro en el que se buscan consensos.
Merkel se acerca al presidente Trump
Previo a la cumbre del G20, que empieza hoy, la canciller alemana Angela Merkel, se reunió durante una hora con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump
La anfitriona del encuentro de las principales economías del mundo y de las potencias emergentes se citó con Trump en un céntrico hotel de la ciudad de Hamburgo a puerta cerrada.
Poco antes la canciller garantizó ante los medios que iba a hacer todo lo posible para buscar acuerdos para el éxito de la cumbre, aunque sin ocultar los “disensos” existentes en temas importantes.
Consciente de que tiene tras ella a toda los socios europeos y al grueso de la comunidad internacional, Merkel decidió volcarse con el invitado estadunidense, con quien ya comprobó que mantiene una dispar visión política del mundo en un primer encuentro bilateral en marzo.
Alemania, explicó Merkel, está convencida de que la globalización puede ser beneficiosa para todas las partes y defenderá la importancia del “libre comercio con reglas justas”.
Además, la canciller añadió que la cumbre pondrá en evidencia el aislamiento de Estados Unidos frente a “muchos países” que están decididos a luchar contra el cambio climático.
Los líderes comenzarán hoy sus reuniones y los negociadores de cada gobierno, recordó Merkel, tienen por delante todavía dos noches para cerrar un texto que pueda ser respaldado por todas las partes el sábado, cuando concluirá la cumbre. Información Excelsior.com.mx