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El gigante de la Concacaf despertó. México demostró que el proyecto de Gerardo Martino tiene futuro y que aun con sufrimiento y sin plantel estelar es capaz de vencer al archirrival de la región, al que no vencía en una Final de Copa Oro desde el 2011.
El Tri del Tata redondeó de gran manera un torneo lleno de ausencias por lesión o negativas de “europeos” para ser convocados, y así vencer a Estados Unidos por un apretado 1-0.
México fue la selección que tuvo la pelota, pero en el primer tiempo las desatenciones defensivas fueron un dolor de cabeza. Incluso tuvo suerte el Tricolor porque Jozy Altidore desperdició desde el minuto 7 un mano a mano frente a Memo Ochoa, durante los momentos en que Christian Pulisic, figura del Chelsea, era claramente el mejor en la cancha.
Con Héctor Moreno lejos de su nivel y Uriel Antuna también por debajo de las expectativas, la Selección Mexicana se encomendó a Rodolfo Pizarro para equilibrar, mientras Raúl Jiménez lucía inofensivo por la falta de balones a modo.
El segundo tiempo estuvo a nada de iniciar con ventaja estadounidense, pues al 50′ Andrés Guardado sacó de la línea un cabezazo de Jordan Morris. Sin embargo, a partir de ahí el anfitrión bajó su rendimiento.
Con el partido más cerrado fue que apareció Pizarro, quien en un contragolpe orquestó el golazo de Jonathan dos Santos.
El del Galaxy recibió la pelota con un taquito de Jiménez y como venía sacó el tiro que se incrustó en las redes.
El gol fue una descarga de energía para aficionados, jugadores y cuerpo técnico, además de justo premio para un equipo que trabajó el partido y supo ser paciente.
Estados Unidos sobre el final se echó al frente y estuvo cerca del empate a minutos del silbatazo en una jugada a balón parado en la que el esférico terminó pegando en la cabeza de Moreno, cuando ya se saboreaban el empate los locales.
Pero llegó el silbatazo final y así el octavo campeonato de Copa Oro para México, con lo que se mantiene como el máximo ganador de esta competencia con ocho trofeos, dos más que Estados Unidos.
Además, el título significó el primero en Selección para Gerardo Martino, luego de que había perdido tres Finales de Copa América, una con Paraguay y dos con Argentina. Información Medio Tiempo
