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Este lunes se hizo pública la lista de convocados a la Selección Mexicana para asistir al Mundial de Catar 2022, sin ninguna novedad, sin sorpresas. Todos aquellos que estaban previstos fueron anotados, inclusos por los que había un temor o desacuerdo. Martino llevó hasta el final su proyecto para poder surtir un sistema de juego con el que lleva comprometido en más de un equipo, una formación de cuatro defensas, tres volantes y tres delanteros; algo que, francamente, no le ha dado ningún resultado importante. El entrenador argentino fue contratado para llevar a México al Mundial y poder hacer un papel decoroso y sobresaliente al del resto de Copas del Mundo que ha jugado el equipo nacional. Pero en el entre tiempo, durante el proceso, lo que ha contado y se quedará en la memoria como un duro golpe al orgullo mexicano, son las tres derrotas consecutivas contra Estados Unidos y la incapacidad que hubo para ganar un solo partido al máximo rival futbolístico. Se calificó al Mundial, sí; tal vez cualquier otro técnico pudo haber logrado esa tarea, pero el alto perfil de Martino sugería que se podía hacer un papel mucho más vistoso.
En México, los administradores del futbol empiezan a curarse en salud antes del inicio de Catar; el presidente de la Federación, anticipó que llegar al cuarto partido será un buen papel para el combinado nacional. Lo de siempre, lo seguro. Probablemente se logre, pero no se puede hablar de un Mundial exitoso cuando siempre se llega a la misma instancia y se regresa a casa con un sabor de boca agridulce; pocas veces la Selección Mexicana ha estado realmente cerca de llegar al quinto encuentro, Corea-Japón 2002 fue la actuación más dolorosa, se sentían muy cerca los cuartos de final al enfrentar a Estados Unidos, desde entonces el equipo norteamericano le tomó la medida a México, ‘dosacerou’. Pero a esta Copa del Mundo que está a la vuelta de la esquina, llega una Selección llena de dudas, con solo dos triunfos en los últimos cinco partidos y con un historial de derrotas importante frente a Argentina, rival de grupo en Catar, que, además, cuentan con un Messi decidido a ganar la Copa. México tiene oportunidades contra Polonia y Arabia Saudita, pero enfrentar a la albiceleste parece que será un martirio.
En la lista final de Martino se encuentran los que tienen que estar, pero porque no hay más; faltaría ‘Tecatito’ Corona y Vela, tal vez, pero ni con el talento de esos dos se podría asegurar avanzar de instancia con facilidad. No es culpa de los convocados, ni se niega que es lo mejor que tiene México para colocar en la cancha, pero la mayoría de ellos no ha llegado a su máximo nivel de juego y tal vez nunca lo harán, bloqueados por el sistema de competencia del futbol mexicano y por las decisiones de sus directivos; por las trabas que ponen los propios clubes para evitar que se fuguen talentos a los que les han invertido cierta cantidad y que prefieren verlos amarrados, limitados, en una liga mexicana que se hunde en la intrascendencia total. Varios jugadores con cierta proyección se quedaron fuera de la convocatoria final, entre ellos Giménez y Laínez que, sin duda, son el futuro del ataque mexicano; pero no podemos decir que hubo olvidados o borrados como en Mundiales anteriores, en los que no se llevaron a elementos realmente importantes y de peso. Esta vez es lo que hay.
El Mundial Catar 2022 esta por comenzar y la incertidumbre que existe alrededor de la Selección Nacional es preocupante, como lo es que se haya convocado a Raúl Jiménez cuando apenas puede levantar la pierna debido al cuadro de pubitis que padece y del que no se sabe cuando saldrá para estar a tono con la competencia. Se espera que entre los otros dos delanteros se alternen el primer y segundo partido, para que, contra Arabia Saudita, en el papel el rival menos complicado, Jiménez pueda tener minutos ya recuperado. Parece una necedad una haber convocado a alguien que supliera al lesionado jugador del Wolverhampton, pero desde el cuerpo técnico mexicano se habla de jerarquías y experiencia que, aparentemente, vencerán a las lesiones, casi mágicamente. Más allá de los individuos, el conjunto se encuentra bajo la lupa; contra Iraq, en el penúltimo partido de preparación hubo lucimiento y claridad, habrá que esperar el partido contra Suecia un rival que ya venció a México en la ronda de grupo del Mundial pasado, pero que esta vez no logró calificar. Aún así parece un equipo menos a modo de lo que presento el conjunto iraquí. Las esperanzas mexicanas podrán renacer o desaparecer por completo después del enfrentamiento contra los suecos.
Todos esperamos que le vaya bien a la Selección Mexicana, sería contradictorio para los que trabajamos con el futbol mexicano, desearle un mal torneo. Pero es necesario elevar las dudas y los cuestionamientos necesarios para que este deporte siga avanzando en nuestro país. Es necesario sacudir el control que por más de 60 años ha habido sobre el balompié nacional, para poder avanzar en lo deportivo; porque en lo económico va muy bien, para algunos. Pero, tal vez no sea este Mundial el que permita dar el salto, aunque la esperanza ahí sigue. Información Radio Fórmula