Quita sueño Morena a AMLO…

Por Enrique Aranda

De no ser tan obvia, como es, la creciente preocupación que en él provoca la ineficacia y falta de unidad del partido que fundó y le condujo al poder, Andrés Manuel López Obrador tendría que recurrir a alguna de sus cotidianas prédicas mañaneras para explicitar, como se afirma lo hace con cada vez mayor frecuencia entre sus cercanos, que muy pocas le quitan hoy el sueño como “su” Movimiento Regeneración Nacional.

Y ello, no sólo por la burda manera en que sus principales liderazgos han comenzado a disputarse desde ahora el control del partido-gobierno y, obvio, las canonjías y privilegios —“posiciones y dinero, principalmente”— derivados de ello sino, como advertimos aquí con toda antelación, por el escaso o nulo aporte que hace aquél al avance y eventual consolidación de la 4T, la ineficacia mostrada (por sus legisladores mayormente) en el cumplimiento de la línea que, se acepte o no, emana desde Palacio Nacional o, peor, por la casi recreación del viejo sistema (priista) —“en lo que a prácticas clientelares e imposición de ilegales cacicazgos refiere”— que cada día, de manera más evidente, vienen concretando Morena y sus afines.

O más, por el cada vez más frecuente e innegable surgimiento de evidencias de prácticas corruptas y/o apego a viejas prácticas —“si no ilegales, sí inmorales”— por parte de algunos de sus cercanos, lo que le obliga a tener que sacar la cara por ellos o contradecir sus propios dichos cuando de justificarlos se trata. La reciente exhibición de la escandalosa fortuna (no declarada) de Manuel Bartlett Díaz o la condonación millonaria de impuestos negociada por parte de la cuestionadísima Yeidckol Polevnsky son apenas un par de ejemplos… por no mencionar los excesos antidemocráticos e ilegales del cínico Jaime Bonilla Valdez.

A la vista de lo anterior, a nadie debiera extrañar la inusual, pública, amenaza que el mismísmo López Obrador hiciera a los suyos de que, o se ponían de acuerdo y actuaban de una manera mucho más acorde con los postulados que sustenta su gobierno —en la elección de su nuevo dirigente incluso— o él dejaría Morena y, apenas al cierre de la pasada semana, la advertencia de que todo aquel funcionario que sea “pillado” ayudando y/o interviniendo en la política partidista sería no sólo removido de la posición que ocupe sino, incluso, denunciado por ello…

Habrá, pues, que estar atentos a lo que ocurre en los próximos días y semanas cuando, a medida que se acerque la fecha para renovar a sus respectivas dirigencias a nivel estatal primero y, el 20 de noviembre, la nacional, es previsible un endurecimiento de las posiciones de quienes aspiran a consolidar y/o asumir nuevos encargos y, claro, la profundización de las diferencias entre ellos y sus seguidores… ¡con el gobierno federal inclusive!

ASTERISCOS

* De no ocurrir nada extraordinario que lo impida, por cierto, será hoy cuando el juez quinto en Materia Administrativa, Juan Carlos Guzmán, resuelva sobre el incidente que interpuso la Secretaría de la Defensa con miras a revocar la suspensión definitiva que mantiene frenada la construcción del absurdo lopezobradorista que es el Aeropuerto Internacional de Santa Lucía, por supuestas razones de seguridad nacional. La perspectiva es incierta…

Veámonos el miércoles, con otro asunto De naturaleza política. Información Excelsior.com.mx