La Máquina no pudo llegar a la cita. Cruz Azul fue eliminado por Rayados y no habrá Clásico Joven en la Final de la Liga de Campeones de la Concacaf. Con carencias defensivas, decisiones arbitrales polémicas, delanteros pocos finos y una afición con vergonzoso comportamiento, los Celestes perdieron este jueves 1-4 ante los de la Sultana para un global contundente de 5-1.
Con solo cinco minutos, Luis Romo fue amonestado por una falta sobre Jesús Gallardo. La afición no dudó en recriminar la decisión a César Ramos Palazuelos, sin saber que eso no sería nada comparado con lo que sucedió después.
Mientras la afición se recuperaba del enojo, Maxi Meza apareció para abrir el marcador y poner al campeón mexicano contra las cuerdas. Rayados planeó la ejecución desde la banda de Gallardo, quien sin problema se apoyó en Duván Vergara. Rogelio Funes Mori, Charly Rodríguez y Meza crearon una perfecta línea dentro del área celeste que provocó la desatención defensiva, pues todos los zagueros se encargaron de cargar la muralla sobre Funes Mori sin analizar el peligro de la posición de Meza.
En el ‘intercambio de golpes’, Rayados dejó herido al Azul
Tal cual pelea de box, el campeón se recuperó del golpe y encontró en Orbelín Pineda la esperanza de una remontada al 9’ con una ejecución al ras del césped en segundo toque de pelota parada y dañó a Andrada en el punto más débil: el poste más cercano.
Con el 1-1 en el marcador (global 2-1 a favor de Rayados), la hazaña no parecía imposible, pues solo era cuestión de dos goles porque los regios ya habían hecho daño de visita, algo que los capitalinos no pudieron en el BBVA en agosto pasado.
Antes de que la nación celeste volviera a creer en que su equipo podía hacer dos goles con el tiempo a su favor, al minuto 16, Duvan Vergara lapidó el 2-1. El jugador recibió un pase largo de Charly Rodríguez, amagó a Ignacio Rivero y disparó directo al ángulo de Jurado.
Pero como el tiempo era joven, la tribuna decidió acompañar a su equipo y agradecer el espectáculo futbolístico. Entre los cánticos y porras, el lamento de los seguidores del Azul irrumpió la fiesta ¿La causa? Una clara oportunidad de gol que Pol Fernández desperdició y en un segundo remate, Santiago Giménez no pudo hacerla efectiva ante la buena intervención de Andrada.
Esa jugada se convirtió en la antesala de un duelo de porteros, pues si bien Jurado ya había sufrido dos descalabros, pudo mostrarse y salvó a su equipo de lo que pudo ser el tercer gol de Rayados con un remate de Funes Mori picado pegado al poste que el juvenil pudo detener.
El KO a la Máquina
Cruz Azul fue noqueado y no por su rival, sino por el árbitro y el VAR. Funes Mori festejaba su primero de la noche cuando Ramos Palazuelos anuló el gol por un claro fuera de lugar. Sin embargo, mientras todos tomaban sus posiciones para seguir, el VAR llamó al juez central para la revisión de la jugada.
Y es que la infracción se cometió debido a la posición adelantada del propio Funes Mori en la jugada participaba en el momento en que Vergara recibió la pelota y Rivero se barre para evitar más daño en el área. Aún así, con una repetición clara, el árbitro optó por validar y el 3-1 apareció en el marcador.
Antes de irse al descanso, la afición que se dio cita en el Coloso Mundialista protagonizó una escena con el grito homofóbico. Esta acción provocó que Ramos Palazuelos detuviera por unos minutos el juego, se hizo la advertencia del protocolo y el duelo continuó para irse al término de la primera mitad.
El descarrilamiento de la Máquina
El complemento del partido generó polémica por lo que sucedió en las tribunas y no en la cancha. Rayados finiquitó con el doblete del Mellizo al minuto 52 y el espectáculo futbolístico terminó para dar paso al pésimo comportamiento de la afición celeste que acudió esta noche al Azteca.
Después de los 65 minutos, la desesperación de los fanáticos provocó que apareciera por tercera y cuarta vez el grito. En ese momento, el árbitro activó de nueva cuenta el protocolo y suspendió el duelo solicitándole a los jugadores retirarse del campo para esperar 10 minutos en los vestidores. Pasó el tiempo, los seguidores reclamaron, chiflaron y se calmaron para darle paso al regreso de los futbolistas.
Los que siguieron en el inmueble fueron testigos de la imposibilidad de su equipo por convertirse en peligro alguno para Monterrey. Si bien los del Vasco ya no tenían mucho volumen de juego vertical, Reynoso y los suyos se encontraron con una defensa ordenada que se dedicó a apagar cada intento de los locales.
El juego finalizó con el campeón mexicano pareciendo “pedir esquina” en este torneo con bajas de juego en lo individual y por ende en lo colectivo, más allá de las bajas que puedan tener por seleccionados nacionales en Fechas FIFA. Ahora, los siguientes rivales serán en la Liga MX y la Campeones Cup ante el Columbus Crew el próximo 29 de septiembre en Estados Unidos. Información Medio Tiempo
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