La experimentada montañista, Marika Roth, jamás imaginó la colosal sorpresa con la que se toparía mientras realizaba una tranquila excursión en los Alpes austríacos.
Y es que la mujer se topó con nada más y nada menos que la escultura de un pene gigante de madera, de la cual se desconoce su autoría.
Ante la impresión que el inusual miembro le causó a la montañista, Marika decidió fotografiarse junto a la escultura para presumirla en sus redes sociales.
Aunque decenas de internautas comenzaron a especular que se trataba de photoshop, se confirmó que la escultura es completamente real.
Se sabe que el falo gigante permanecerá en su lugar e incluso se le comenzará a dar mantenimiento para conservarlo en bien estado.
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