· La madre de la menor presentó un tumor cerebral en el embarazo, por lo que se le practicó una cesárea de emergencia
· La bebé necesitó asistencia ventilatoria mecánica. A los 40 días de vida, se le hizo una intervención quirúrgica para cierre de conducto arterioso, el cual evolucionó favorablemente
Un equipo multidisciplinario del IMSS en Yucatán salva a un niña prematura extrema que nació a las 27 semanas de gestación y con un peso de 680 gramos.
La bebé, de nombre Valentina, nació antes de tiempo ya que su madre presentó un tumor cerebral durante el embarazo, por lo que recibió atención quirúrgica y permaneció en terapia intensiva en el Hospital General Regional (HGR) No. 1 Lic. Ignacio García Téllez, su estado de salud era grave y por ello los especialistas decidieron practicar una cesárea de emergencia.
De acuerdo con el titular del servicio de Tococirugía, doctor Gilberto Cahuich Méndez, cuando la señora cursaba con 23 semanas de gestación, presentó fuertes dolores de cabeza que la llevaron a consultar en su Unidad de Medicina Familiar, posteriormente fue enviada al HGR No.1 donde al realizarle estudios, encontraron un tumor con datos de hipertensión endocraneana; situación que derivó en una cirugía para descompresionarlo. Sin embargo, la salud de la paciente se deterioró rápidamente y cayó en estado de coma.
Un grupo multidisciplinario de expertos se reunió para tomar la mejor decisión para el binomio y llegaron a la conclusión de preservar la vida del bebé si tenía un peso mayor a 500 gramos, ya que tendría más posibilidades de sobrevivir. Se mantuvo a la mamá con vida con ayuda de aparatos y se le suministraron esteroides para que la bebita madurara, en especial sus pulmones y el sistema neurológico. Al tener datos clínicos de muerte inminente de la madre, se decidió la cesárea.
La neonatóloga adscrita al HGR No. 1, Irene Padilla Hernández, explicó que cuando nació Valentina, el 25 de enero de este año, requirió atención especializada en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) ya que presentó diversas complicaciones como fueron síndrome de dificultad respiratoria, neumonía, hemorragia pulmonar, anemia, displasia broncopulmonar y retinopatía del prematuro que fue tratada por especialistas en Oftalmología.
En ese momento, el pronóstico no era alentador debido a la prematurez, por lo que requirió asistencia ventilatoria mecánica por 41 días y un total de 86 días con aporte de oxígeno adicional.
Los prematuros tienen un alto riesgo de presentar reapertura del conducto arterioso, algunas veces se puede solucionar con medicamento; sin embargo, Valentina requirió cirugía que fue de gran ayuda para que su corazón pudiera trabajar y oxigenar mejor, el procedimiento se realizó cuando la pequeña contaba con 40 días de vida y había alcanzado un kilo de peso. La cirugía fue un éxito, pues evolucionó favorablemente.
“Después de superar estos padecimientos, nuestro equipo multidisciplinario logró que Valentina fuera creciendo y ganando peso, le dimos rehabilitación para que se alimentara de forma normal, con una succión adecuada y actualmente ya pesa dos kilogramos. Es un caso de éxito muy importante ya que con esa prematurez enfrentamos una alta mortalidad; sin embargo, con toda la tecnología y conocimientos con los que contamos podemos sacar adelante a más pacientes y con menos secuelas”, dijo emocionada la doctora Padilla.
Por su parte, la enfermera Almanory López Moo, explicó que su labor, coordinada con el equipo médico, es estabilizar a las y los recién nacidos en forma respiratoria y térmica, cuidar su nutrición, disminuir medios de estrés y proporcionarles un ambiente seguro con cuidados y lo más importante: también mucho amor.
“Contamos con un equipo de personal Médico, de Enfermería, Nutrición, Rehabilitación y Cirugía, lo que permite logros como este. Tenemos en el hospital un gran equipo tanto humano, como tecnológico, y nos llena de orgullo el poder ver que nuestras y nuestros pacientes logran salir adelante e ir a casa con su familia”, señaló Ana Lavadores May, titular del servicio de Neonatología.
Tras cuatro meses de permanecer en el hospital, Valentina ya fue dada de alta y se encuentra en óptimas condiciones.
El padre de Valentina, el señor Jesús Hau Puc, agradeció al personal del IMSS, ya que de no haber sido por todos los cuidados que le brindaron a su pequeña, no podría haberse salvado. “Me voy muy satisfecho con la atención que le dieron; ella logró recuperarse aun al nacer tan prematura. Quiero agradecer a todas y todos por su compromiso. No tuve la dicha de compartirlo con mi esposa, sin embargo estoy muy feliz de que puedo llevarme a mi hija sana y salva a la casa.”