Las manifestaciones del movimiento “Black Lives Matter” organizadas el sábado en capitales estatales de Australia fueron en su mayoría pacíficas, y miles de personas recordaron a George Floyd y protestaron por la muerte de aborígenes australianos bajo custodia policial.
Los organizadores de la de Sydney recibieron un respiro tardío cuando se les concedió su apelación a un fallo judicial de la víspera que no la autorizaba. Apenas 12 minutos antes de la hora prevista de inicio de la marcha, la Corte de Apelaciones de Nueva Gales del Sur, le dio luz verde, lo que significó que los asistentes no podían ser detenidos. El fallo pareció ser irrelevante ya que, antes de la decisión, en el centro de Sydney había ya unos mil manifestantes congregados.
Floyd, un afroestadounidense que estaba siendo detenido y llevaba grilletes, murió luego de que un agente de la policía de Minneapolis lo inmovilizó sobre el piso colocándole una rodilla en el cuello, incluso cuando decía que no podía respirar y luego de que dejó de moverse.
En Sydney hubo un pequeño altercado cuando la policía sacó de la protesta a un hombre que parecía ser un contramanifestante y llevaba un cartel con el lema “Vidas blancas, vidas negras, todas las vidas importan”.
Un grupo maorí interpretó una haka, o danza de la guerra tradicional, durante la protesta de Brisbane. Después, la multitud marchó hacia una comisaría local, algunos de ellos coreando “Ellos dicen justicia, nosotros decimos asesinato”.
El viernes, 2 mil personas salieron a la calle en la capital, Canberra, para recordar a los australianos que la desigualdad racial expuesta por la muerte de Floyd no era exclusiva de Estados Unidos.
Los australianos tienen que entender que lo que ha estado ocurriendo en Estados Unidos ha estado ocurriendo aquí durante mucho tiempo”, dijo Matilda House, una anciana del grupo familiar ngambri-ngunnawal, los dueños tradicionales de la región de Canberra.
Los aborígenes australianos representan el 2% de la población adulta australiana, pero el 27% de su población carcelaria. Además, son la minoría étnica más desfavorecida del país y tienen tasas de mortalidad infantil y mala salud, superiores a la media, además de una esperanza de vida más corta y un menor nivel de educación y empleo que el resto de la población.
Por otra parte, la policía de París prohibió una tercera movilización prevista para el sábado en la capital francesa contra los supuestos abusos policiales. Las autoridades alegaron riesgo de propagación del COVID-19 y temor a disturbios, y destacaron que las normas de distanciamiento social vetan las concentraciones de más de 10 personas.
Publicaciones en internet convocaron a la gente a congregarse el sábado en la tarde bajo la Torre Eiffel. Las autoridades ya habían prohibido otras dos concentraciones previstas durante la jornada en el exterior de la embajada de Estados Unidos. Información Noticieros Televisa