CIUDAD DE MÉXICO.
En dos años se redujo en 9.7 por ciento el consumo de bebidas azucaradas en el país y aumentó 2.1 el de agua embotellada.
En 2015, los mexicanos dejamos de tomar 5.1 litros de refresco.
Los resultados de un estudio realizado por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y la Universidad de Carolina del Norte, revelaron que los mexicanos dejaron de tomar 5.1 litros de dichos líquidos durante 2015, y fue en la población más vulnerable en la que se reportó la disminución mayor al registrar una baja en consumo de 14.3 por ciento.
En conferencia de prensa, el titular del INSP, Juan Rivera Dommarco, y la especialista del Centro de Investigación en Sistemas de Salud del mismo instituto, Arantxa Colchero, presentaron la investigación “Evidencia de una respuesta sostenida de los consumidores dos años después de la implementación de un impuesto a bebidas azucaradas en México” realizada en el periodo 2014-2015 y publicada en Health Affairs, uno de los medios más importantes en materia médica.
Rivera Dommarco subrayó que el impuesto, con otras acciones, como la eliminación de la publicidad de alimentos con alto contenido calórico en horarios infantiles, lineamientos en escuelas, orientación alimentaria, atención primaria y promoción de la actividad física, contribuirán a solucionar el problema de obesidad en México.
En su oportunidad, el director general de Promoción de la Salud, Eduardo Jaramillo, aseguró que México avanza en el camino correcto para revertir esta problemática y señaló que la evolución de la estrategia nacional es observada por las organizaciones Mundial de la Salud (OMS) y Panamericana de Salud (OPS).
Destacó que a nadie le conviene una sociedad enferma, “se necesita que esté sana y productiva, para que el país sea competitivo”. Información Excelsior.com.mx