Por Chismecito Político
El presidente Andrés Manuel López Obrador quiere llevar la Cuarta Transformación… al PRI.
Hay que recordar que, a lo largo del Siglo XX, el tricolor tuvo una serie de transformaciones históricas. Es cierto, fue el instituto político hegemónico en el poder mexicano. Pero como partido nunca fue hegemónico en su interior.
Por el contrario, una de las claves del éxito del Revolucionario Institucional fue haber tenido una pluralidad ideológica y política en su interior desde que fue fundado, con otro nombre, por Plutarco Elías Calles durante las primeras décadas del siglo pasado.
Revolucionarios, movimiento populares, obreriles, empresarios, latifundistas, etcétera, todos tenían cabida dentro del PRI. Intestinamente tenía más pluralidad, incluso, que la que se vivió entre los partidos durante la época neoliberal.
López Obrador se formó en las filas del tricolor y comparte los valores nacionalistas y revolucionarios con los que surgió (o al menos se identificó) el partido en los albores de su historia.
Ahora, el presidente, ha puesto al PRi en una encrucijada histórica: o se transforma o tiene riesgo de desaparecer.
La reforma eléctrica, que quizá sea la iniciativa más importante del sexenio, también significa el futuro del partido dominante del Siglo XX.
Sin importar que se esté a favor o en contra de esa reforma, el PRI se juega su historia en esa discusión.
Y los tricolores lo saben:
Es probable que, más allá de la pantomima con la que se están comportando en San Lázaro, es probable que al final vayan a negociar con el presidente una reforma que plazca a ambas partes.
Pero los resultados de la revocación de mandato… los 15 millones de votos que tuvo de respaldo para mantenerse en el poder, cambia el panorama.
El PRI sabe que no tiene la fuerza para ganar en 2024. Y sabe que las personas siguen repudiando la alianza PRIAN.
Así que es probable que estiren la liga, pero al final saben que el presidente AMLO tiene razón: se deben transformar como partido.
Aunque no necesariamente esa transformación le guste a Palacio Nacional.
Es una encrucijada histórica.
Información Radio Fórmula