Por Yuriria Sierra
La cita se anunció hace unos días. Era necesaria. De ésta saldrían las explicaciones que permanecen ausentes. La idea era llenar los espacios con razones que nos dibujen con claridad la realidad y la dimensión del desabasto de gasolina. Era el llamado que desde la Cámara de Diputados hicieron a tres secretarios de Estado. La cita era urgente. Era ayer… y no llegaron.
El Legislativo tendrá que esperar por explicaciones. La buena voluntad esperaría que sea una reunión a muy corto plazo, pero es imposible saberlo, pues sólo quedó la promesa de hacerla “una vez transcurrida la situación referida…”, según se lee en el oficio que enviaron a la Comisión Permanente en San Lázaro. Y ésta fue una de las preguntas que esperaban respuesta.
Así, Rocío Nahle, Carlos Urzúa, Octavio Romero y Ricardo Sheffield se quedaron en la oficina o haciendo visitas de campo para coordinar y atender la contingencia. O al menos eso quisieron retratar en el mismo documento con el que pasaron de la cita a la que fueron convocados, incluso por legisladores de Morena.
Tanto la Secretaría de Energía, como la de Hacienda, Pemex y la Profeco, ganaron un día más de silencio. Nosotros ganamos un día más con dudas. Porque la estrategia contra el robo de combustible ha estado tan atropellada como su estrategia de comunicación.
Apenas el lunes, tres semanas después de que en Michoacán comenzaron a padecer por la gasolina, salió Octavio Romero, titular de Petróleos Mexicanos. Y no salió solo. Lo hizo bajo el abrazo de Andrés Manuel López Obrador, en su primera conferencia matutina de la semana. Y en esta misma aparecieron el resto de funcionarios y parte del operativo contra el huachicol en que participan, según fuentes oficiales, más de cinco mil militares. Todos dando números, datos que se han recabado a la fecha: incremento en ventas a nivel nacional, de 117 a 136 millones de litros; 13 mil puntos problemáticos y 6 críticos en la red de ductos; inconsistencias fiscales por tres mil 217 millones de pesos en 194 gasolinerías del país. La Ciudad de México, Michoacán, Estado de México, Tamaulipas, Baja California, Jalisco y Puebla serían los estados más afectados; tres exfuncionarios de Pemex, bajo investigación por robo de combustible y lavado de dinero; operaciones de lavado de dinero por 10 mil millones de pesos, cinco expedientes de casos específicos se han abierto en la PGR al respecto, nos detallaron.
Sin embargo, con esto, las dudas quedaron igual, pero, además, surgieron más preguntas. ¿Por qué un operativo con más de cinco mil elementos de las Fuerza Armadas ha sido vulnerado en cinco ocasiones? Porque ése es el número de veces que nos han dicho que el ducto Tuxpan–Azcapotzalco ha sido picado por huachicoleros, razón por la cual el abasto de gasolina no se ha restablecido en la capital del país, por decir algo. ¿Por qué sucedió la rapiña en Acambay?, otro ejemplo. ¿Cuántos de estos elementos vigilaban la zona? ¿Por qué ayer en Jalisco dos pipas fueron robadas con más de 62 mil litros de gasolina? ¿Por qué las respuestas se niegan y las preguntas se acumulan?
Tras la cancelación de la comparecencia de los secretarios, el presidente de la Mesa Directiva en Diputados expresó: “Éstas son historias antiguas que debemos investigar, no mendigar respuestas que nunca vamos a tener. Investigar conforme a las facultades constitucionales…”.
Porfirio Muñoz Ledo respondió así a los legisladores que cuestionaron la nula disposición de los funcionarios. Olvidará que el por qué y, sobre todo, el cuándo se normalizará el abasto de gasolina son preguntas que se hacen en las calles todos los días quienes deben pasar horas en fila o en casa porque ya no llegaron a trabajar.
Parece que el mensaje que Presidencia nos da es el de una realidad que no debe ser cuestionada y que se alimenta sólo de lo que se escucha en el encuentro que Andrés Manuel López Obrador tiene con los medios cada mañana. ¿Qué tanto esperan abonar así a la transparencia?. Información Excelsior.com.mx