Los partidos políticos expulsan o suspenden militantes cuando éstos “traicionan” al partido. Estos son los dos institutos que le han dicho adiós a más militantes
Ocho días antes de la derrota electoral por la gubernatura de Coahuila, el 26 de mayo de 2023, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) cobró el precio de la traición. La Comisión Nacional de Honestidad y Justicia expulsó a más de una docena de militantes por manifestar su apoyo de manera pública al candidato Ricardo Mejía, abanderado del Partido del Trabajo (PT).
En 2022, la Comisión de Orden y Disciplina Intrapartidista de Acción Nacional (PAN), determinó la expulsión de más de medio centenar de integrantes, por haber sido “candidatos de otros partidos en diversas demarcaciones de Guanajuato, en el proceso electoral federal 2020-2021 y local 2021”.
Ambas agrupaciones políticas son las que más han expulsado e impuesto sanciones a sus militantes entre enero de 2015 a junio de 2023, de acuerdo con una comparación de los datos de las Resoluciones de Órganos Disciplinarios de los 7 partidos políticos, publicados en la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT).
El partido fundado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, impuso un total de 591 sanciones a sus militantes, en las que se incluyen 177 expulsiones; 194 suspensiones de derechos; 215 amonestaciones; 2 remociones y 3 inhabilitaciones para ser dirigente o candidato.
En este sentido el Blanquiazul, aplicó 922 sanciones. Sus órganos de disciplina han aplicado más expulsiones que Morena, con 878. Sin embargo, las suspensiones de derechos son menores al registrar apenas 43 y sólo una amonestación.
Rogelio Rodríguez Garduño experto en derecho y catedrático de la UNAM, explica que la expulsión de un militante no es un acto que sea una mera depuración administrativa, sino que se tienen que dar las propias las causales. Sin embargo, se les debe de dar la garantía de audiencia y legalidad, para conocer cuáles son las faltas en las que han incurrido.
Todos los partidos políticos en términos de la Constitución y de las leyes en materia electoral que rigen la vida de los partidos políticos deben tener unos estatutos aprobados por la autoridad electoral (…) Se convierten en normas de orden público. En los estatutos se establecen los requerimientos para legislación, adherencias y para retirarse voluntariamente o bien sea sujeto de la justicia partidaria
Fuera por ¿traición?
La expulsión de un militante en un partido obedece principalmente a que realice actos contrarios al partido, que no aplique los estatutos o que haga promoción de la ideología de otra fuerza política, expone Christian Salazar, profesor de la FES Acatlán de la UNAM y especialista en temas electorales.
Que algunos partidos expulsen más que otros, explica Salazar, tiene que ver con los órganos colegiados, ya que son los que revisan las acciones de los militantes.
Hay un punto discrecional, aunque sea un órgano colegiado, de a quién se le aplican las normas o a quién no se le aplican. Aunque en la actualidad ya hay mecanismos de defensa (…) donde tenga la posibilidad de defenderse a través de su derecho de audiencia y todas las garantías político electorales y es el Tribunal Electoral que revisa los casos
En el caso de Morena sus estatutos establecen entre sus faltas sancionables el cometer actos de corrupción; incumplimiento de sus obligaciones previstas en los documentos básicos, reglamentos y acuerdos tomados por los órganos internos; dañar el patrimonio de Morena; ingresar a otro partido o aceptar ser postulado como candidato por otro partido y otros.
En tanto, los estatutos y reglamentos del PAN exponen que las sanciones, amonestaciones, expulsiones y otras serán por incurrir en difamación o calumnias en contra de militantes o candidatos del partido; se compruebe que tiene mala fama pública; haya sido condenado por algún delito o se encuentra sujeto a proceso por delito grave; deslealtad al partido y más.
“Si lo podemos resumir en una frase, es traición al partido político”, subraya Christian Salazar.
Un ejemplo de esto fue la expulsión de cuatro diputados locales en Querétaro: Christian Orihuela, Yasmín Albellán, Juan José Jiménez Yáñez y Armando Sinecio por votar a favor de la deuda pública del estado en el Congreso, algo a lo que la bancada de Morena se oponía.
Sin embargo, Morena y el PAN no son los únicos que han echado a patadas a sus integrantes.
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) expulsó de sus filas a por lo menos 25; a 8 le suspendió sus derechos y amonestó a uno. Por su parte, el Partido de la Revolución Democrática (PRD), dio de baja a 40 personajes; suspendió derechos a 15 y uno fue amonestado.
En tanto el Partido del Trabajo (PT), destituyó a 2; a 8 le suspendió derechos y 14 más resultaron amonestados. Mientras que el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), sólo expulsó a 2, y Movimiento Ciudadano (MC) no ha expulsado a ninguno, pero sí amonestó a 16; le suspendió sus derechos a 4 y 2 más fueron inhabilitados para ser dirigente o candidato de partido
Revanchas Políticas
Las expulsiones y sanciones que imponen cada una de las agrupaciones políticas se dan por la violación a sus estatutos y reglamentos por los que se rigen cada uno. Sin embargo, en ocasiones son usadas como revanchas políticas y medios de control por parte de los integrantes que conservan el poder al interior de cada partido.
“No es muy claro todavía a quién se le aplica estos procedimientos. Todavía tienden a venganzas y revanchas políticas en muchos de los casos. No siempre es así, porque se tiene la posibilidad de la revisión, pero siempre que hay grupos contrarios dentro de los partidos políticos se utiliza este mecanismo, para tratar de tener un control”, apunta el académico de la FES Acatlán.
Rogelio Rodríguez destaca que existen corrientes que en los partidos políticos van adquiriendo preponderancias.“A veces con estas luchas internas que tienen con sus adversarios se hacen de manos de alguna de las comisiones importantes de disciplina partidaria, de justicia partidaria y pueden ahí procesar la expulsión de sus adversarios”, puntualiza.
En el caso actual de Morena, dice, se está dando el lujo de depurar, cuando en el pasado quería miembros en su partido: “Ahora es un partido que se ha convertido en el partido hegemónico de Estado. Y en este partido estarán haciendo sus propias luchas para quedar las corrientes preponderantes. Está trabajando en ese sentido para ir prescindiendo de ciertas personas, incluso de origen izquierdistas o de otros movimientos que hoy no encontraron acomodo o no coinciden”.
A esto se suma que también se encuentran los militantes de cada partido que son arropados por el poder al interior, que a pesar de las violaciones a estatutos y reglamentos, además de verse envueltos en escándalos de corrupción, coludidos con el crimen organizado y otros delitos, no son expulsados o sancionados.
“Observamos excesos de los militantes, incluso ya de funcionarios, de representantes que son parte de un partido político y donde su comportamiento público es cuestionable”, ejemplifica Salazar. Pero “no aplican con la misma vara los estatutos y los castigos. Tiene que ver con la presencia de los liderazgos y de la fuerza que tengan los militantes al interior del partido para que se les pueda aplicar las sanciones”.
Rodríguez Garduño coincide pues históricamente existen casos donde ha habido conductas “condenables contra los postulados sociales en lo general y por supuesto con los partidos políticos”.
A pesar de todo esto, sólo se dan las expulsiones hasta que existe una presión mediática y social. Información Nmás
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