CIUDAD DE MÉXICO
Los juguetes sexuales no sólo han alcanzado el hiperrealismo al ofrecer sensaciones y texturas casi naturales, sino que ahora algunos son hechos para simular una violación, lo que ha causado polémica entre las sociedades.
En el catálogo de la empresa TrueCompany se oferta una nueva muñeca sexual Roxxxy, a la que se puede cambiar el ‘estado de ánimo’ con un solo interruptor y que permite a su dueño distintas experiencias, como la violación.
De acuerdo con la desarrolladora, su producto es capaz de mantener una interacción con el propietario, por lo que se pueden llevar a cabo distintas fantasías.
(Roxxxy) conoce tus gustos y disgustos, lleva a cabo una discusión y expresa su amor a ti y (puede) ser tu amiga amorosa. Ella puede hablar contigo, escucharte y sentir tu tacto. Ella puede incluso tener un orgasmo“, se lee en la descripción de este juguete sexual.
Debido a ello y a sus múltiples funciones, el propietario puede simular una violación, ya que, por ejemplo, en su opción “frígida”, Roxxxy se siente incómoda ante los toqueteos e incluso reprobará los mismos.
La misma compañía pone a disposición del público otro modelo llamado “Young Yoko”, el cual es “oh tan joven (18 años) y esperando que la enseñes”, indica el comunicado de True Comapany, empresa que, según el diario The New York Times, anualmente exporta anualmente 600 muñecas a todo el mundo.
Aunque esta no es la única compañía que se dedica a la elaboración de estos juguetes sexuales hiperrealistas, hay otras que incluso venden modelos que no sólo son mujeres, también tienen la imagen de hombres, niños e incluso algunos desarrollan bebés.
Los robots sexuales de True Company son vendidos entre los 6 mil 900 y los 75 mil dólares, e incluso los de mayor costo pueden ser con diseños personalizados.
Esta situación ha dividido las opiniones de las personas, ya que una encuesta publicada por la Fundación para la Robótica Responsable indica que mientras hay quien afirma que estos robots son buenos para evitar las agresiones sexuales; no obstante, otros opinan que sólo se animaría a cometer crímenes.
Algunas personas dicen que es mejor que violen a los robots que violen a personas reales. Hay otras personas diciendo que esto sólo animaría a los violadores más“, afirmó a The Independent el responsable del estudio, el profesor Noel Sharkey.
En tanto, la activista y fundadora del Every Sexism Project, Laura Bates, escribió en The New York Times en contra de estos nuevos juguetes sexuales como Roxxxy, otra muñeca de True Company: “la violación no es un acto de pasión sexual. Es un crimen violento”.
No debemos animar a los violadores a que encuentren una salida supuestamente segura para ella, de lo que deberíamos facilitar a los asesinos dándoles maniquíes realistas y sangrientos para apuñalar”, afirmó. Información Excelsior.com.mx