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Rosario Robles Berlanga, mientras estuvo como titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) y de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), se reunía con sus colaboradores para trazar la estrategia de desvíos de la llamada Estafa Maestra.
Lo anterior fue dado a conocer por Emilio Zebadúa González, exoficial mayor de dichas dependencias en su declaración ante la Fiscalía General de la República (FGR); asimismo, señaló al exjefe de oficina de Sedesol, Ramón Sosamontes Herreramoro como el encargado de contactar a los rectores de las universidades públicas con las que se realizaron subcontrataciones para desviar recursos.
Para ello se organizaba comidas y reuniones en las que se establecía cuánto dinero se quedaría en las instituciones educativas y cuánto se entregaría a las empresas subcontratadas.
“Dichas negociaciones marcaban la ruta del dinero que se iba a seguir, así como los tiempos de entrega, generalmente se definían de acuerdo a las necesidades de la agenda de la secretaria Robles Berlanga para poder cumplir con las necesidades de las actividades político-electorales y proselitistas”, afirmó Zebadúa.
Además, destacó que el dinero que recibían las empresas era retirado en efectivo y trasladado a las oficinas de Rosario Robles o de Ramón Sosamontes para ser utilizado con fines política propagandística y actos proselitistas.
“Una vez que se habían establecido todos los procedimientos, porcentajes y ruta del dinero, es que se le avisaba a la secretaria sobre los resultados de las reuniones, si se aprobaba era cuando se citaban a las partes, se elaboraban todos los convenios y/o contratos y se procedía a la firma de éstos”, resaltó.
Posterior a esto-detalló- se marcaban los tiempos de contratos y/o convenios, se realizaban reuniones privadas con operadores fiscales de empresas fachada, las cuales prestaban el servicio de ser subcontratadas por parte de las universidades.
“A través de estrategias fiscales sacaban el dinero en efectivo y entregaban dichos recursos en puntos clave que se establecía generalmente en las distintas oficinas que tuvo la secretaria Robles Berlanda”, indicó Zebadúa.
De acuerdo con el colaborador de la FGR, las oficinas a las que el dinero era trasladado eran las de Sedesol, ubicadas en Paseo de la Reforma 116, colonia Juárez, en la Ciudad de México y la de Robles Berlanga o Sosamontes Herreramoro en Paseo de la Reforma 99, colonia Tabacalera.
Cabe señalar que Zebadúa precisó que el porcentaje aproximado de cada contrato o convenio que se subcontrataba con las empresas, para regresarlo a manos de los desviadores y destinarlo a campañas electorales era de 40% del monto contratado con las universidades y organismos públicos descentralizados.
Con información de El Universal
