El presidente de la Liga Católica de Estados Unidos, Bill Donohue impugnó los cargos de abuso sexual contra 300 sacerdotes de la diócesis de Filadelfia, tras afirmar que no se puede acusar de violación sin penetración.
En una carta que pretende “derribar los mitos” relacionados con las acusaciones contra centenares de sacerdotes católicos de Pensilvania, Donohue señaló que los cargos se basan en la animadversión que tiene el pueblo estadounidense con la religión católica y no en los hechos.
La misiva explica que las autoridades eclesiásticas utilizaron en sus declaraciones términos como “contacto inapropiado” y “horseplay” (que podría traducirse como “pelea amistosa” o “payasada”), lo que cambia el tono de las acusaciones.
“Se trata de una mentira obscena. La mayoría de las supuestas víctimas no fueron violadas: sufrieron tocamientos o abusos de otro tipo, pero nunca fueron penetrados, que es la definición de violación”.
“Esto no es una defensa; sólo queremos privilegiar los hechos y derribar los terribles cargos atribuidos a los implicados”.
El activista católico también aprovechó para denunciar el supuesto mal uso del término “pedofilia” por parte de los medios de comunicación, pues indica que la mayoría de las víctimas “ya habían atravesado la pubertad”.
Como lo ha hecho otras veces en los últimos años, concluyó que todo escándalo en la prensa por los casos de abuso en realidad sólo sirven llamar a los atacantes “sacerdotes homosexuales” y magnificando los “pocos” casos donde las víctimas fueron niñas. Información Radio Fórmula