Por Ángel Verdugo
Puede usted no creerlo si así lo desea, pero lo que cada vez resulta más innegable, e incomprensible para no pocos de quienes se mueven al más alto nivel del empresariado, es la creciente cercanía y simbiosis (“en su decir y actuar”) que con el gobierno de la 4T perciben de Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) que, ya hoy, es visto como ¡el más seguro candidato del lopezobradorismo al gobierno de Nuevo León en los comicios de 2021!
Al paso de los días y semanas ciertamente, desde que (“por decisión y con el apoyo del G-10 regiomontano…”) asumió la dirigencia de la cúpula de cúpulas del sector privado, el exdirector general de Femsa, uno de los grupos “emblema” del empresariado regio, ha evidenciado no sólo su anuencia a apoyar, en cuanto que representante sectorial, los esfuerzos del gobierno federal en favor del desarrollo sino que, incluso, ha ido más lejos en la asunción de posicionamientos que le han valido críticas de sus propios representados.
Ello, claro, además de las desmedidas muestras de adhesión que en su favor han externado el propio Andrés Manuel López Obrador –(vimos) “como bendición que (él) llegó a la presidencia del Consejo…”–, lo mismo que el explícito reconocimiento público a posicionamientos y compromisos asumidos por el dirigente: (nos dijo) “vamos a ayudar, a unir esfuerzos y voluntades para combatir la pobreza…”. ¡El presidente del CCE haciendo ese pronunciamiento es un empresario con dimensión cívica y social!, destacó el tabasqueño.
Es verdad, y así hay que consignarlo, que la eventual postulación del candidato moreno a suceder al cuestionado Jaime El Bronco Rodríguez Calderón no se dará sino, en el mejor de los casos, hasta finales del próximo 2020 y que, para entonces, no sólo Salazar Lomelín estará entre los elegibles, pues también estará el ahora jefe de la Oficina de la Presidencia, el también empresario Alfonso Romo Garza, que si bien no de igual manera, es también un enlace imprescindible del gobierno federal con la cúpula empresarial –“con el poderoso G-10 en particular– y, sin duda, uno de los personajes más cercanos al Ejecutivo.
Un empresario, pues, formado a la sombra y bajo la influencia del odiado y supuestamente extinto neoliberalismo, es el futuro, que al momento es previsible para Nuevo León, asiento de un buen número de los capitales más importantes del país. Ahora sí que ¡aunque usted no lo crea!
ASTERISCOS
* Quien parece entender bien los nuevos tiempos es la alcaldesa de Guadalupe, Nuevo León, la priista Cristina Díaz, que realiza un gobierno cercano a la gente, al tiempo que hace alianzas con sus pares de otras fuerzas, con Zeferino Salgado, el impresentable panista (a quien en otro tiempo confrontó) en materia de seguridad, o con el de Laredo, Texas, para alentar la cooperación fronteriza.
* Hoy, aun sabiendo que nada ganará con ello, el moreno Alejandro Rojas Díaz Durán, alfil de Ricardo Monreal en la puja por el control del partido-gobierno, presentará una queja ante la Comisión de Honor y Justicia de Morena exigiendo que la cuestionada Yeidckol Polevnsky compruebe cómo pagó el avión privado que utilizó hace unos días, para viajar a Tamaulipas.
Veámonos el miércoles, con otro asunto De naturaleza política. Información Excelsior.com.mx