Treinta y un días han pasado del hecho más bochornoso y violento que se ha dado en Liga MX: la golpiza del Estadio Corregidora del sábado 5 de marzo, de donde ya casi no hay heridas, pero sí todavía muchas dudas.
Aunque pareciera que el tiempo va muy rápido, solamente un mes separa del fuerte e inédito enfrentamiento que hubo entre aficionados del Querétaro y Atlas; ya hay 27 detenidos y siguen faltando personajes por ser sometidos a la justicia.
Así fue aquella tarde
Corría el minuto 62 del partido de la Jornada 9 del Clausura 2022, los Zorros del Atlas lo ganaban 1-0 con gol de Julio César Furch; se cobró un tiro de esquina que terminó en saque de meta para los Gallos Blancos del Querétaro, ya había trifulca en la tribuna, que de pronto provocó una invasión de cancha. ¡El caos!
Mientras algunos aficionados y sus familiares y amigos bajaban a la cancha, en la tribuna llovían golpes, muchos seguidores rojinegros golpeados. El panorama parecía tétrico y se hablaba ya hasta de muertos en las redes sociales, son imágenes que parecían salidas de una película de terror, pero de a poco fue cambiando todo.
“Se supone que hay un protocolo de seguridad; en la mayoría de los estadios no puedes ingresar ni con el fajo, en Querétaro se decía que no te dejaban entrar con monedas, yo fui a una zona neutral, en la cual ni siquiera me revisaron”, comentó el Che, un aficionado del Atlas presente aquella tarde en La Corregidora.
Fueron varios minutos de golpes, sangre y cuerpos desnudos. El partido se detuvo y muchos presentes fueron resguardados en los vestidores; la policía estatal tardó en entrar y la seguridad privada… incapaz de actuar. Con el tiempo se sabría que habían asistido menos de los declarados en el parte oficial y que la gran mayoría carecía de preparación y recursos para hacerla frente a lo que acontecía.
“Sí, picos, palos con clavos, armas bancas, cuchillos, picahielos, claro que lo vi”, añadió el Che… ¿Decía la verdad?… Las redes lo daban por verdadero. Los muertos, ahí, en las redes, ascendían a unos 15… Pero solo ahí.
“Durante todo el tiempo, desde que nos bajamos en la cancha, que se pone la cosa intensa, porque se veía que iba entrando gente de afuera del estadio; desde ese momento que empezamos a correr. Ibas brincando sobre gente, a la que estaban golpeando. Me tocó ver gente en la fosa, golpeándola, gente tirada… Así fue, te lo puedo asegurar”, continuaba aquel relato.
Las imágenes le dieron la vuelta al mundo, se completó la jornada sabatina de ese fin de semana, pero la agenda del domingo y lunes se detuvo en todas las divisiones del futbol mexicano. La Liga, su presidente Mikel Arriola, anunció que habría reunión de dueños para hablar del tema. Eso el martes 8. Urgente.. ¿y determinante?
Por la magnitud de lo ocurrido y al registrar imágenes de cuerpos inertes, se hablaba de fallecidos, -seguía el rumor- hasta que el Gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri González, dio un primer reporte: 26 heridos y siendo atendidos en hospitalizados. De estos, 3 en estado grave. Tres más habían salido por su propio pie esa misma noche.
Los lesionados fueron llevados al Hospital General de Querétaro, mientras esa madrugada ya del 6 de marzo llegaban a Guadalajara los camiones con los primeros aficionados que asistieron y volvieron sin lesiones graves, grupos de animación del Atlas comenzaron un santuario para orar y una colecta de dinero para ayudar a sus familias. El Estadio Jalisco se volvió zona de oración.
Ahí con el correr de las horas arribaron más aficionados de Atlas, de Chivas, de Leones Negros, de León, de Tigres y de Rayados, los hubo de todos los equipos, en espontáneo acto de solidaridad.
En la mesa, los directivos de la Liga MX votaban el martes 8 por la desafiliación de la entonces directiva del Querétaro y la franquicia volvía a ser administrada por Grupo Caliente, con la que se acordó la venta del equipo en un plazo de un año, mismo lapso que estaría vetado de jugar en su estadio con público en las gradas.
Comenzó la búsqueda de culpables, 21 cateos y cayeron los primeros 10 detenidos. Sus rostros pululaban en las redes sociales. Algunos rostros sin nombre, solo apodos.
También se comenzó a buscar a los dueños de la empresa de seguridad privada G.S.E.K 9, que operó en ese partido y que tenía protocolos “patito” para contratar personal; una hoja de convocatoria a unas horas de celebrarse el juego, delataba su improvisación.
Siguieron los cateos y detenidos. Hasta el momento van en 27. Y los lesionados de a poco fueron saliendo, varios fueron trasladados a Guadalajara vía helicóptero hasta que el 17 de marzo lo hizo por la misma vía Esteban Hernández, “El Razor”, de entre los aficionados atlistas el más grave y que más tiempo permaneció hospitalizado. Superó la terapia intensiva. ¡Sobrevivió!
Como una de las primeras medidas, aun vigentes, los equipos acordaron impedir el acceso a los aficionados visitantes, y equipos como Atlas y Santos arrancaron con la identificación de sus seguidores vía el Fan ID. Toluca se tomó como modelo por su eficaz “Estadio Seguro” con cámaras de reconocimiento facial y en las últimas hora el gobierno de Querétaro destituyó a mandos, con la promesa de recuperar el rostro seguro de la entidad.
Un mes… aunque el futbol mexicano sigue buscando soluciones a largo plazo. Información Medio Tiempo