Al responder en la rueda de prensa de regreso de Marruecos a una pregunta sobre el muro en Ceuta y Melilla, entre España y Marruecos y la intención del presidente Donald Trump de cerrar la frontera entre Estados Unidos y México, el papa Francisco reafirmó que:
Los constructores de muros, sean de alambre con cuchillas o de ladrillos, serán prisioneros de los muros que realizarán, la historia lo dirá. Se necesitan puentes, sentimos dolor cuando vemos personas que prefieren construir muros, ¿por qué nos hace sufrir? Porque los que construyen muros acabarán prisioneros de los muros que construyen. Mientras que los que construyen puentes irán adelante”.
El Papa quiso compartir con los periodistas que lo acompañaron a Marruecos, el impacto terrible que le provocó ver la concertina de la valla de Melilla, así como un video sobre las torturas a migrantes que fueron obligados a volver a Libia luego de haber sido rechazados en puertos europeos.
Lloré porque no entra en mi cabeza, en mi corazón, tanta crueldad, no entra en mi cabeza, en mi corazón, ver ahogarse en el Mediterráneo, en lugar de convertir los puertos en un puente. No entra. Esta no es la forma de resolver el grave problema de la migración”, aseveró el Sumo Pontífice.
También se le preguntó qué piensa de la política antiinmigrantes, apoyada por la mayoría de los habitantes de países que se consideran católicos.
El Papa Francisco afirmó que es típico de los gobiernos populistas sembrar el miedo y añadió que habría que aprender de las lecciones del pasado.
Es cierto que mucha gente de buena voluntad, no sólo católicos, gente buena de buena voluntad es víctima del miedo. El miedo es el inicio de las dictaduras. Aprendamos de la historia. Esto no es nuevo. Sembrar miedo es acumular crueldad, cerrazón y también esterilidad”, sostuvo.
Sobre la lucha de la iglesia católica en contra de los abusos a menores, el Papa afirmó que hará todo lo posible por erradicarlos, pero recalcó que no hay que enfrentar el tema solo desde el punto de vista legal. También hay que tener en cuenta el misterio del mal y la necesidad de combatirlo con la oración, la penitencia y la acusación de sí mismo.
Explicó por qué rechazó la votación de algunos puntos presentados por los obispos norteamericanos para resolver la crisis de los abusos.
Las propuestas eran demasiado de una organización, de metodología, sin voluntad, se dejaba de lado la dimensión espiritual, con los laicos, con todos. Quisiera decirles, la Iglesia no es una Iglesia congregacionalista, es una Iglesia católica, en ella el obispo debe de tomar en sus manos la situación como pastor y también el Papa debe hacerlo como pastor”, señaló.
El Papa también explicó por qué no aceptó la renuncia del cardenal francés Philippe Barbarin, acusado en primera instancia de haber encubierto abusos a menores de un sacerdote de su diócesis de Lyon. El cardenal presentó apelación.
“En la jurisdicción mundial clásica existe la presunción de inocencia hasta que la causa esté abierta. Esto es importante porque va contra la condena mediática superficial”, enfatizó.
El último día del Papa en Marruecos fue dedicado a la minoría católica, apenas el 0.7 por medio de una mayoría musulmana. Tanto en el encuentro con el clero, con los religiosos y religiosas, como en la misa celebrada para los fieles católicos, el Papa pidió que se fomente el diálogo y la colaboración con los musulmanes para desenmascarar los intentos de utilizar la ignorancia y las diferencias para sembrar miedo, odio y conflicto.
El Papa pidió a los católicos que luchen por la fraternidad, golpeada por las políticas de integrísimo y división e ideologías odiosas. Información Noticieros Televisa