Por Chismecito Político
Las campañas electorales están buenísimas… pero las del 2024.
Porque las elecciones del próximo junio están más aburridas que una misa dominical. Nada relevante ha sucedido en los procesos comiciales de las entidades que renovarán su gobernatura este año.
Y no es de sorprenderse: básicamente Morena arrasará (otra vez) en las urnas. A Mara Lezama no hay nadie que le vea los talones, tiene el cariño de la ciudadanía de Quintana Roo y el triunfo en el bolsillo. En Hidalgo, lo mismo. En Tamaulipas también. Oaxaca ni se diga… aunque, básicamente ese estado ya es morenista: Alejandro Murat es de los gobernadores consentidos de Andrés Manuel López Obrador así que quizá le espere un brillante futuro… pero en la 4T.
Lo cual es bueno para él, para Murat, porque el PRI será borrado del mapa en junio… y quizá el próximo año y en en dos años también. Su oportunidad de redimirse ante el presidente y la ciudadanía que lo respalda, que sigue siendo mayoría, quedó sepultada junto a la Reforma Eléctrica, mientras que la sombra de las acusaciones de corrupción se cierne sobre su líder Alito Moreno, el último resabio del nuevo PRI peñista.
Ergo, dicho lo anterior, las campañas electorales han sido tan divertidas como planchar calcetines o ver el Canal del Congreso. Las propuestas, sobre todo las de la oposición, son ridículas y una copia de los proyectos obradoristas: ante la falta de ideas, surge el Tren Tolteca, porque el Maya está de moda; y las tarjetas con apoyos sociales, que son un clásico que no puede faltar en ningún comicio.
Las campañas que sí están buenas, o se están poniendo buenas, son las de 2024. En concreto, al interior de Morena, porque en la oposición no hay gallo, sólo cuervos que se sacan los ojos entre ellos.
Los tres presidenciales del partido guinda, Claudia Sheinbaum, Ricardo Monreal y Marcelo Ebrard estuvieron muy activos este fin de semana.
La Jefa de Gobierno visitó con los gobernadores de la 4T (Murat incluido) la Refinería Olmeca en Dos Bocas Tabasco, donde aprovecharon para mostrar los avances de la obra, que debe estar lista en menos de dos meses.
Ebrard, por su parte, acudió a Tamaulipas a darle un espaldarazo a Américo Villarreal, candidato morenista a la entidad, donde recibió ovaciones y aclamaciones presidenciales.
Monreal también hizo su chamba y en Quintana Roo fue bien recibido y también recibió gritos de: ¡presidente, presidente!
No cabe duda que en Morena la caballada viene gorda. Habrá que ver si la estampida termina en buen cauce y no en división y pleitos partidistas. Porque las campañas sucias también ya comenzaron.
Pese a ello, nadie puede negar que se está poniendo buena la contienda. Y se va a poner mejor. Información Radio Fórmula