lunes , noviembre 25 2024
Home / Opinión / Se robó hasta la paciencia

Se robó hasta la paciencia

Por; Yuriria Sierra

Estaba a punto de regresar a su celda, en la Cárcel de Matamoros, Guatemala, sin decir otra cosa que no sea “No tengo comentarios…”. Javier Duarte aceptó su extradición a México, defendiendo ad nauseam su inocencia. Que él no cometió ninguno de los delitos que se le imputan. Y fue entonces, en ese último encuentro con los micrófonos de la prensa, en que decidió dar una declaración y se puso filosófico: “Paciencia, prudencia, verbal contingencia (sic)…dominio de la ciencia, presencia o ausencia, según conveniencia…”. Yo estaba al aire en mi noticiero de Imagen Televisión. Inevitables las preguntas en mi mente. “¿Qué carajos habrá querido decir? ¿Un mensaje entre líneas? ¿Para quién? ¿O para quiénes? ¿Para Peña Nieto? ¿Para un López Obrador que Duarte se jactaba de financiar? ¿Para Miguel Ángel Yunes? ¿Para sus cómplices? ¿Para su libre esposa, Karime Macías? ¿Para sus suegros? ¿Sus primos? ¿Su expartido político? ¿Para la PGR? ¿Para todos los anteriores? ¿Tan seguro está de lo que sucederá con él a su llegada a nuestro país?

No es que el espíritu de Ricardo Arjona se haya apoderado de Javier Duarte en su tierra, Guatemala (como bromeaba ayer en Twitter el chef Édgar Núñez). Tampoco es como que la sagacidad de Confucio iluminara al Señor de las Sonrisas. En realidad, el exgobernador de Veracruz volvía a lo suyo: el robo. En este caso, de una frase. Según lo reportó el periódico Excélsior una hora más tarde, esa frase ya había sido usada por Karime Macías, su mujer, en las redes sociales. La presumía como una receta “desintoxicante, regenerativa e incluso milagrosa, que había que repetir a diario para tener mejores resultados… y que tal vez habría que completarse con aquel “sí merezco abundancia”, que convirtió en mantra unas planas más tarde.

La frase original (porque la robada por Duarte estuvo, para colmo, mal citada), dice: “Paciencia y prudencia, verbal continencia; no exhibir excesiva ciencia, así como presencia y ausencia, según conveniencia…”, y al parecer es de origen sevillano. He encontrado dos personas a las que se señala como autores: una atribuida a José Luis Morales, un jefe policial de Castilla y León. La otra refiere a Santiago Montoto, escritor andaluz, autor de varias novelas, poemarios, ensayos y biografías de personajes oriundos de su ciudad. Un personaje respetado por la comunidad sevillana que, según noto en algunos reportes, no duda nunca en citarlo como referente artístico de su región (lo cual nos hace pensar que, probablemente, él sea el autor original de la máxima duartiana). Para los sevillanos, esta frase tiene una explicación: “Condensa el chaleco salvavidas necesario para navegar por la Ciudad de la Guasa sin que te lleve la marea…”. Esto dicho en un contexto meramente territorial, pero si pensamos en las circunstancias de Javier Duarte, algo nos dice que será la receta que pondrá en práctica desde hoy y hasta que pise suelo mexicano, entre el 17 y 21 de julio, para ser llevado al Reclusorio Norte como prisión preventiva, según lo dicho por la PGR.

Duarte necesita un salvavidas, sin duda. La fiscalía presentó 19 pruebas en su contra y sólo por la solicitud de extradición federal: la constitución de empresas, la compra y venta de casas y terrenos, y hasta la adquisición de un yate. A Javidú se le tiene documentada una red de corrupción que le permitió triangular recursos simulando operaciones. Así que Duarte, además, nada a contracorriente, la marea es lo de menos.

Cuando su primera audiencia, en donde nos sorprendió que Duarte jamás dejó de sonreír (lo mismo hizo durante la segunda y ayer, también, frente a los medios), recordamos que Sócrates decía que la risa era también una manera de somatizar aquello que no entendemos, aquello que ya está perdido. De ahí que ahora lo veamos como El Señor de las Sonrisas, porque hasta posa para los fotógrafos, parece que se le olvida que trae las manos esposadas y una carga de delitos en la espalda. Y acaso su seudofilosófica frase de ayer no sea sino otra de esas formas de enfrentarse a una realidad de la que desconocemos cuál será su probable desenlace, sobre todo cuando hay una elección en la víspera y parece que, lejos de su defensa, se ha quedado solo. Pero que también puede convertirlo en uno de los mayores activos en la narrativa política rumbo a 2018.

Ni paciencia ni prudencia y mucho menos continencia… Javier Duarte regresará a México y esa puede convertirse en la mayor, ahora sí, “contingencia” de muchos, muchísimos personajes. La “presencia y ausencia, según conveniencia”, ya no es una posibilidad transitable en las épocas de las redes sociales. Porque una vez en México, Duarte no podrá convertirse en un “fantasma” (como sus empresas). Información Excelsior.com.mx

Compartir en:

Check Also

La discusión

Por Yuriria Sierra “Es con B de burdo porque legaliza el fraude electoral; es con …

Deja un comentario