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La bióloga Julia Carabias confía en que la posible derogación del decreto que, desde 1978, reconoce y protege la Reserva Integral de la biosfera Montes Azules en Chiapas, promovida por el titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Víctor Toledo, y el procurador agrario Luis Hernández Palacios, resulte ser solo ‘una confusión sin justificación’.
En exclusiva para la agencia Notimex, Carabias calificó como falsa la idea de que se vaya a entregar la tierra a los pobladores, es un juego “porque hay otros intereses oscuros, yo no digo que esos intereses los defienda el procurador agrario, ni el secretario de Medio Ambiente, sino que ya conocemos la historia desde hace muchas décadas y está lleno de corrupción ese sitio”, apuntó.
Explicó que ‘el meollo de la bronca’, es que este tema está cuajado de corrupción. Líderes que conocemos, tan señalados de ser líderes profundamente corruptos, que han pasado muchas veces por la cárcel y que por la misma situación salen porque los jueces se conmueven con un líder indígena tzeltal o porque reciben una instrucción que suele ser de otro tipo.
La deforestación y pérdida de recursos naturales en la Selva Lacandona lleva décadas en la mesa de discusión y la solución más adecuada debería orientarse a ‘que la gente que está con necesidades legítimas de desarrollo de su bienestar pueda encontrarlo’ con programas distintos que no sean a costa de los terrenos de los lacandones ni a costa de los terrenos de la Reserva de Montes Azules, puntualizó Carabias al participar también en la conferencia ‘Biodiversidad y Justicia’.
La propuesta hecha por Toledo busca terminar con el concepto de Reserva Integral de la Biósfera e implementar una biocultural, la cual permitiría realizar actividades turísticas, recreativas, de investigación y educación dentro de la zona mejor conservada de la Selva Lacandona, además permitiría dotar de tierras nuevas a comunidades agrarias que están fuera del polígono de protección.
En un principio se concibió retirar la protección proporcionada, mediante el desalojo de las estaciones de monitoreo pertenecientes a organizaciones civiles, académicas y científicas como Natura Mexicana que trabajan en la región de la zona Lacandona desde 2005, evitando la intrusión de ajenos para iniciar a producir cultivos y criar ganado.
Desde el año 2014, aparecieron ideas y propuestas similares sobre explotar la zona, transformándola en una comunidad en la que el gobierno podría indemnizar a sus poseedores y solucionar un conflicto agrario, el problema es que, al ser un área natural protegida, cualquier uso humano significa una violación a las leyes ambientales y una vulneración al patrimonio natural de México.
La Reserva Integral de la Biósfera Montes Azules cuenta con una superficie de 1.8 millones de hectáreas de las más de 90 millones pertenecientes a las 182 áreas naturales protegidas en México y se encuentra entre las primeras 25 zonas biológicas críticas del planeta después de 250 mil años de existencia.
Es hogar del 19 por ciento de la flora existente en el país y de las etnias mayas lacandones, tzeltales y choles; además de aproximadamente 625 especies de mariposas, 114 de mamíferos, 354 de aves, 84 tipos de reptiles, también, de más de tres mil 400 especies de plantas y se pueden encontrar especies en peligro de extinción como jaguar, tapir, pecarí de labios blancos, guacamaya roja, águila arpía y tortuga blanca.Información Noticieros Televisa