Un tribunal de Cheongju, una ciudad a unos 100 kilómetros de la capital surcoreana confirmó que el joven, de 1.80 metros de estatura, pesaba 87 kilos en un momento pero que seis meses después llegó a pesar 113. 6 kilogramos.
Antes, su masa corporal se encontraba por encima del máximo permitido para realizar trabajos del servicio militar por lo que se le asignó un puesto de servicio público, una de las opciones que menos exige menos esfuerzo físicamente.
En este sentido, la policía descubrió las intenciones del joven y denunció el caso ante la justicia debido a que la legislación vigente castiga hasta con cinco años de cárcel a quienes huyan o hagan trampa para evadir realizar este servicio.
Cabe mencionar, el servicio militar en Corea del Sur ha sido criticado porque recurren a la intimidación y prácticas abusivas en las actividades que se desarrollan.
Hasta ahora se desconoce la sentencia que se le impuso al joven.
Con información de López Dóriga Digital