Los agentes serán retirados de labores de campo mientras se desarrolla la investigación por violencia innecesaria.
El secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, informó que fueron suspendidos los agentes de la Patrulla Fronteriza que, auxiliados de caballos y fuetes, intentaron impedir la entrada de migrantes haitianos a suelo estadounidense. Las imágenes provocaron estupor a nivel internacional.
Serán retirados de labores de campo mientras se desarrolla la investigación por violencia innecesaria, realizarán labores administrativas.
Las autoridades estadounidenses han endurecido los cercos en esa zona para impedir el paso de cualquier migrante.
Ellos van a crear una barrera de acero preventiva contra la gente está cruzando la frontera”, indicó Greg Abbot, gobernador de Texas.
Cientos de vehículos policiales crearon una barrera contra los migrantes que acceden por el Río Bravo a Estados Unidos.
La mayoría de los que son detenidos tendrán como destino final Haití o alguno de los países sudamericanos de donde partieron, como Chile o Brasil.
A unos cuantos se les permitirá permanecer en Estados Unidos, hasta ahora son poco menos de 500 de los más de 15 mil que han llegado.
Son trasladados en camiones hasta la estación migratoria de Houston, a diez horas de distancia. En su mayoría son mujeres embarazadas y niños pequeños.
“Ella se me enfermaba. Yo tenia que estar con ella. Caminábamos, caminábamos, caminábamos, fue fuerte. Fue fuerte”, dijo Rudy Alexander, refugiado dominicano.
Rudy y María obtuvieron el beneficio luego de arriesgar su vida durante meses.
“Salimos desde Chile hacia los Estados Unidos. Cruzamos varias fronteras, cruzamos la frontera del Dariel, lo que es Colombia, Panamá. Duramos siete días en el monte. Vimos muchas cosas ahí, muertos, muertos. Hay asaltos. Bastante peligroso, ¡bastante peligroso!”, comentó Rudy Alexander, refugiado dominicano.
“Siete días sin comer en la selva, sin comida”, señaló María Alexander, refugiada dominicana.
Casi todos esperan contactar a sus familias en Estados Unidos para reunirse con ellas.
“Me siento feliz, agradecida primeramente por Dios. Después con el presidente de aquí, que Dios lo bendiga”, indicó María Alexander, refugiada dominicana.
Con información de En Punto