Por Raúl Orvañanos
Como si el guion no se hubiera escrito ya varias veces, Juan Reynoso parece empecinado en cambiar la leyenda en Cruz Azul; el equipo, de la mano del D.T peruano, sumó su onceava victoria al hilo en el Torneo Guardianes 2021 con un golazo de ‘Cabecita’ en la agonía de su visita a Ciudad Juárez. La maldición del equipo cementero parece estar abandonando la Noria, como si la desvinculación del equipo con el que fuera el mandamás por mucho tiempo, Álvarez, les estuviera limpiando el ‘karma’ y devolviendo la oportunidad de lograr un campeonato. Pero la ‘resurrección’ de Cruz Azul poco tiene que ver con magia o hechizos; el equipo, la institución parecía desahuciada después de la eliminación del torneo anterior, la soberbia que mostraron en el primer partido de las semifinales fue rebasada por la vergüenza de la eliminación. Deportiva y anímicamente el golpe puede ser devastador, el entrenador se tuvo que ir, casi por la puerta trasera, y con la llegada de Reynoso no se esperaba el mejor torneo; el peruano aún no tenía las credenciales y venía de un banquillo modesto.
El trabajo que tiene a Cruz Azul en la cima de la tabla general responde, sin equivocación, al golpe de humildad propinado por Reynoso; las primeras dos fechas del Guard1anes 2021 mostraron lo que podría ser el torneo de ‘la Máquina’ en caso de no sacudirse por completo los traumas del pasado, el equipo asumió su responsabilidad en el presente y a partir de entonces no han parado los triunfos. En el banquillo azul, el técnico peruano no se vuelve loco; su equipo es sobrio y efectivo, bien plantado de atrás para adelante, como si la premisa fuera nunca más dejarse anotar cuatro goles, la defensa de Cruz Azul es la menos goleada de la liga; la rotación ha sido la clave para generar competencia interna por los puestos, no es una rotación sin sentido en la que acomoden jugadores en posiciones sin sentido, con el vasto plantel cada posición tiene distintos jugadores que las pueden ocupar, es el que mejor haya estado en la semana el titular en fin de semana. Hay una gran motivación en el equipo a partir de esta forma de trabajo.
América tampoco para en triunfos, las Águilas se encuentran a dos puntos del primer lugar sin ninguna intención de ceder; Solari, acostumbrado a estas carreras por el liderato de la tabla en ligas donde perder un partido significaba el campeonato, ha logrado transmitir el sentimiento a sus jugadores, que cada vez que se han visto abajo en el marcador, ponen todo el peso de la camiseta americanista en el esfuerzo. No es un equipo que juegue de manera espectacular, tampoco Cruz Azul, son equipos efectivos que no se desgastan pisando el acelerador durante todo el partido, cuando hay que apretar, lo hacen y solo para ganar por la mínima diferencia. Tampoco es un truco del argentino que haya aprendido en las grandes academias a las que asistió; el concepto es sencillo, mientras menos goles reciban en contra, mayor posibilidad hay de remontar. El arco de Guillermo Ochoa es el tercer menos goleado, contar con la capacidad del arquero de la Selección Mexicana es invaluable para este equipo, a pesar de no tener muchos goles en contra, los rivales suelen llevar sus ataques con frecuencia hasta el dominio del portero.
Dominar la estadística de goleo por equipo no es sinónimo de campeonato, pero ser el equipo con menos goles en contra suele jugar a favor de las posiciones en la tabla general que determinan los partidos como local en la liguilla, lo que genera una ventaja en esta instancia. Aquellos que pensaron que la llegada de Solari o Aguirre, sumarían a la espectacularidad de sus equipos, resultaron decepcionados. En Monterrey también se encuentran ocupados en no recibir goles de más, pero ahí sí ha costado trabajo afinar la puntería. Con el plantel que cuentan podrían jugar dos o hasta tres equipos de primera división, entre titulares suplentes e inferiores; agregando al ‘Vasco’ en la ecuación, perecía una fórmula que arrasaría en la liga, veríamos a un equipo mexicano jugando como en la liga española. Pero Aguirre no dirigió al Madrid o Barcelona, incluso cuando dirigió en Atlético de Madrid no era la brillante época de los colchoneros, sin duda fue el inicio de lo que hoy vemos en el ‘Atleti’, la mayoría de los equipos a los que llegó en España no necesitaban, ni podrían, competir a los dos gigantes, con llegar a lugares de competencias europeas o salvarlos del descenso era un logro. De vuelta en México, esa filosofía o forma, no parece haber cambiado; Monterrey tampoco es espectacular y, aunque en puntos está muy alejado de los dos primeros, es el tercer lugar de la general.
La anterior baraja de nuevos técnicos que no han podido consolidarse en Primera División, pretenden llegar a cualquier equipo con una propuesta deslumbrantemente ofensiva, pero que se quedan en la oscuridad rápidamente. Los viejos lobos de mar no cambian el ‘script’: los grandes equipos se forman de atrás hacia adelante. Información Radio Fórmula