Aunque el poco contenido de papas causa la molestia de los consumidores, la gran cantidad de aire tiene diferentes funciones en el producto.
Una de las botanas favoritas para muchos son las bolsas de papas fritas; sin embargo, la desilusión más grande viene en el momento en que la abrimos y descubrimos que gran parte de su contenido es sólo aire.
Lo anterior hace que la cantidad de papas no sea lo que esperamos, por lo que pensamos que nos han engañado vendiéndonos aire a precio de oro, además de que nos hacen cuestionarnos por qué la necesidad de tanto espacio y tan poco producto, pero ¿sabías que esto tiene una explicación?
Primero que nada, debes saber que las bolsas no contienen simple aire en su interior, sino que en realidad se trata de nitrógeno, por lo que su uso no tiene la finalidad de engañar al cliente, sino de proteger el producto.
La bolsa contiene una mezcla de oxígeno, dióxido de carbono, pero principalmente nitrógeno, éste último en una proporción mucho mayor del aire que respiramos.
El nitrógeno es un gas inodoro, incoloro e insípido, por lo que no llega a afectar el sabor de las papas fritas. Además no es peligroso ni dañino para la salud de los consumidores.
La función de este gas es la de conservar las botanas frescas y crujientes, impide que crezcan bacterias que puedan echar a perder el producto, y le dan una larga vida.
Con este método de conservación se puede prolongar la vida útil de las papas hasta por cuatro o seis meses.
Asimismo, el que tu bolsa de papas contenga una gran cantidad de nitrógeno ayuda a proteger las bolsas de impactos, sobre todo durante su transporte, por lo que evita que el producto llegue en trozos pequeños.
Cabe señalar que las empresas no pueden engañar a los consumidores sobre el producto que están adquiriendo, por lo que el valor neto que se muestra en los empaques es la cantidad que recibirán, pues no se toma en cuenta el peso del gas nitrógeno.
Por su parte, las bolsas también tienen una función primordial para la buena conservación de las botanas, pues ayudan a mantener los contaminantes y la humedad en el exterior, al mismo tiempo que evita la lixiviación de sus propios componentes.
Para ello, la bolsa está compuesta de varias capas de polímeros, una capa delgada de aluminio que actúa como barrera contra el oxígeno, una capa de polipropileno que se encuentra en el interior y además sirve para proteger las papas de la luz solar, lo que provoca un sabor rancio en las botanas. Información Radio Fórmula