Rogelio César R. B, testigo protegido en el caso del asesinato de Emma Gabriela Molina Canto, rindió ayer su declaración bajo la figura de prueba anticipada, a petición de la Fiscalía General del Estado, instancia que teme que este individuo muera antes del juicio en contra de Martín Medina Sonda, presunto autor intelectual y ex marido de la víctima, y de Juan Ramón M. H, quien contrató a los sicarios tabasqueños Jonathan M. A, y Oscar Miguel L. T, quienes ya cumplen sentencias por 46 y 43 años de prisión, respectivamente.
La petición de los fiscales se basó en un informe de la doctora Effy Alpuche Rosado del Servicio Médico Forense, en la que señala que las complicaciones por el estado de salud de Rogelio César por la diabetes descontrolada y pie diabético que padece podría llevarlo a la muerte, incluso este individuo fue ingresado unos días en el hospital O’Horan a principios de este mes.
Las defensas de los acusados Martín Medina Sonda y Juan Ramón M. H solicitaron un plazo de una semana para estar en posibilidad de revertir la petición de los fiscales, pero el juez segundo de control, Luis Mugarte Guerrero, no accedió, debido a que en los artículos 304 y 305 del Código Nacional de Procedimientos Penales, no señala que tenga que haber un debate sobre ello.
También se leyó un escrito del propio Rogelio César, de fecha 16 de este mes y presentado por su defensor público, en el que señala que teme por su madre, sus dos hijas y su hermano, ya que han recibido amenazas de muerte por gente desconocida para advertirle que se calle la boca y que no siga declarando en el caso de Emma Gabriela Molina Canto.
Indico que eso ha contribuido al deterioro de su salud, pues no puede dormir por la preocupación que tiene de que le pase algo a su familia.
También solicitó ayuda económica, pues sabe que su familia no tiene recursos incluso hay días en las que no tienen ni para comer, esto porque el juzgado de control le autorizó un teléfono celular para tener comunicación con sus hijas y su madre, y éstas le han contado de las amenazas y la falta de dinero.
En su declaración que fue pública e incluso hubo una videoconferencia con un juzgado oral de Villahermosa, como se esperaba y totalmente inducido por los fiscales, este testigo protegido involucró a Martín Medina Sonda como el autor intelectual del asesinato de Emma Gabriela Medina Sonda y al otro acusado Juan Ramón.
Incluso los identificó, dijo que Medina Sonda estaba en la pantalla número siete de la videoconferencia y tenía una camisa blanca; mientras que al otro lo señaló como el hombre vestido de azul que estaba sentado a su derecha, en el área de acusados.
Este testigo está involucrado en este crimen, pero la Fiscalía le retiró los cargos a cambio de su colaboración para fincar responsabilidades a sus demás coacusados incluyendo a Medina Sonda, también involucró al ex subprocurador de justicia del Estado en la administración de Ivonne Ortega Pacheco, Rafael A.S, y a una abogada de nombre Dulce M –de Ciudad de México- para la fabricación de delitos a Emma Gabriela Molina Canto y su madre Ligia Canto Lugo, todo para que Medina Sonda se quedara con sus hijos.
Las preguntas de los fiscales también indujeron a este testigo protegido a decir que participó en el asesinato de Emma Gabriela, porque veía como sufría Medina Sonda al no ver a sus hijos, y que porque estaba muy agradecido con él.
Rogelio César R. B dijo que conoció a Medina Sonda en el año 2006, cuando era chofer de un taxi que le daba servicio a un hotel en la Ciudad de México, y con el tiempo ese individuo le fue tomando confianza y lo contrataba como chofer cada vez que viajaba a la capital del país.
Por ello se hicieron amigos y Medina Sonda le contaba de los problemas que tenía con Emma Gabriela Molina Canto, a quien consideraba como una persona terca e innegociable, ya que no quería llegar a un acuerdo para que él pudiera ver a sus hijos.
Esto llevó a que Medina Sonda se pusiera de acuerdo con el ex subprocurador de Justicia del Estado, Rafael A. S para fabricar en Tabasco un delito de robo de una camioneta a Emma Gabriela y cuando fue detenida en 2011 para ser llevada presa al penal de Villahermosa, él aprovechó para quedarse con sus tres hijos menores.
Siempre a preguntas inducidas por los fiscales, el testigo dijo que le constaban esos hechos porque estuvo presente en las reuniones y ese asunto le costó a Medina Sonda la cantidad de 100 mil pesos.
Señaló que rentó tres departamentos en la Ciudad de México para que Medina Sonda y sus hijos estuvieran, así como la niñera y otros dos trabajadores.
Sin embargo, cuando Emma Gabriela recobró su libertad y comenzó la búsqueda de sus hijos, Medina Sonda los llevó a Puebla y luego a una casa del propio testigo en el Estado de México.
Añadió que ya en 2012, Medina Sonda se puso en contacto con una abogada de nombre Dulce Mayorga para fabricar un delito en la Ciudad de México, mismo que le costó 100 mil pesos, pero como no localizaban a Emma Gabriela para meterla a la cárcel, entonces decidió presentar una nueva acusación falsa en Guadalajara, en la que involucraron y detuvieron a Ligia Canto Lugo –madre de la ahora occisa- con el afán de que Emma Gabriela saliera de su refugio para arrestarla. El testigo señaló que esta nueva fabricación de delitos, costó 300 mil pesos que él mismo entregó a la abogada Mayorga.
Señaló que Medina Sonda estuvo a salto de mata, por el cerco de las autoridades que lo buscaban para la entrega de los niños y por lavado de dinero en el Gobierno de Tabasco, hasta que en 2014 fue detenido e ingresado en el penal de Villahermosa.
Señaló en julio de 2016, Medina Sonda le llamó de un teléfono celular y le dijo que lo vaya a visitar al penal de Tabasco, pero le dio la clave de un comandante, quien lo ingresaría al reclusorio sin que quedara registro de ello.
En esa entrevista, Medina Sonda le dijo que localizara a sus hijos en Mérida, por lo que el testigo viajo a esta ciudad, pero no pudo ubicar a Emma Gabriela y menos a los niños y regresó a la capital del país.
En octubre de ese mismo año, volvió a Mérida e incluso con órdenes de Medina Sonda de contratar a unos detectives privados, por lo que le depositan 100 mil pesos, pero se acordó de que en un correo electrónico tenía la dirección de Ligia Canto, comenzó a buscar escuelas secundarias hasta que llegó a la “Vadillo”, donde localizó a la hija más grande de Medina Sonda, quien al verlo se sorprendió, pero no se acercaron.
Luego siguió el transporte escolar y así ubicó la casa donde sucedieron los hechos e incluso le tomó fotografías, mismas que entregó a Medina Sonda cuando fue a verlo en diciembre de 2016 al penal de Villahermosa.
Luego, a través de Medina Sonda, Juan Ramón M. H el “Cachorro” se puso en contacto con él y comenzaron los planes para la ejecución de Ema Gabriela Molina Canto.
Luego relató cómo se llevó a cabo la ejecución de Emma Gabriela el 27 de marzo de 2017 en la terraza de su casa en el fraccionamiento San Luis, de la capital yucateca.
Los fiscales le pusieron a la vista fotografías de los depósitos bancarios que le hizo gente de Medina Sonda para llevar la ejecución de su ex esposa y de los cinco mil pesos que él le depositó al cachorro para que viajara a Mérida con su gente. Información Sipse.com