Las afectaciones por el sismo no sólo tienen que ver con los damnificados.
En Juchitán, la sacudida de 8.2 quebró por completo la dinámica de la ciudad.
Hay quienes no tienen empleo pues su lugar de trabajo se desmoronó. Están los que no cobraron la quincena completa, los que perdieron sus negocios, los niños que no tienen clase.
Hay gente que no tiene dinero, o sí tiene, pero debe moverse a otras localidades donde los bancos estén abiertos.
Como si no fuera suficiente el caos, los juchitecos tienen que hacer frente a lo único que no cambió: la crisis de seguridad.
Nadia Hernández vive con sus abuelos. Hace 6 meses tuvo una niña. Es madre soltera.
En mayo la contrataron de ayudante un negocio de comida. Con el sismo, el local quedó reducido a escombros.
“Con todo lo que pasó ya no tenemos trabajo y no sabemos dónde sentarnos”, dijo Nadia.
Le preocupa no tener dinero. Ella es la única fuente de ingreso en su casa.
“Difícil porque la mayoría cortaron trabajadores y está muy difícil para que encontremos trabajo”, explicó Nadia Hernández.
La dueña del negocio intenta ayudarla, pero ¿cómo le hace?, con el colapso del local, ubicado debajo de los arcos del Palacio Municipal, se perdió toda la inversión que hizo por años.
“Yo tengo más de 25 años vendiendo. Acá se perdió todo, todo, enfriadores, ollas, platos, todo”, señaló Florentina Cruz Gallegos.
Tiene que empezar desde cero. Su única opción será pedir prestado. Descarta aceptar el crédito que le ofreció el gobierno de Oaxaca pues, dice, acabaría pagando mucho dinero.
El negocio de Florentina es uno de los cientos que resultaron afectados.
“Un 70% que tienen cerrado su negocio ahorita”, destacó Hageo Montero López, regidor de desarrollo económico de Juchitán.
Comerciantes que quieren vender a como dé lugar. Mientras esperan respuesta del municipio para ser reubicados, pelean un espacio en la plaza principal.
“Hay un desorden porque todo el mundo quiere poner su mesita, para poder vender algo y llevar un peso a su casa, comprar comida y llevar a su casa”, comentó Hageo Montero López, regidor de desarrollo económico de Juchitán.
“Está un poco baja la venta por lo que pasó. Hay gente que tiene dinero, gente que no. Cada rato está peleándose la gente aquí por un lugarcito”, enfatizó el comerciante Esperanza Terán.
Se vende principalmente alimentos, las autoridades están preocupadas por las condiciones insalubres en las que se ofrecen.
En Juchitán no hay desabasto y los precios comienzan a regularse. Tras la tragedia, muchos comerciantes subieron los precios sin justificación.
“Lo único que no encontré fue el pan, porque los hornos se apretaron”, refirió Francisco Córdoba.
“Lo que es carne, lo que es el Totopo sí lo subieron, hasta 100 pesos dieron el paquete”, dijo el comerciante Eliazar.
Antes de esta crisis, Juchitán ya enfrentaba una batalla.
Un hombre señaló que las ejecuciones, asaltos, secuestros y carteles han llegado a establecerse en Juchitán.
“Es de los municipios más peligrosos. Juchitán antes del sismo estaba en una situación de mucha delincuencia”, refirió Gloria Sánchez, presidenta municipal de Juchitán.
Gloria Sánchez asegura que la policía del municipio, cuyos elementos no están armados, trabaja de manera normal y se une al llamado de la Defensoría de Derechos Humanos de Oaxaca para que fuerzas federales se queden en Juchitán aun cuando termine la emergencia por el sismo.
“Siguen trabajando y resguardando Juchitán, sí vienen otro tipo de policías, del Ejército para reforzar, bienvenido. Eso lo hemos pedido una y otra vez que no somos suficientes, que es importante el refuerzo”, señaló la presidenta municipal.
Reconoce que es un peligro que los damnificados duerman en la calle y peor aún, que sean ellos quienes intenten hacer frente a la delincuencia, pero también que no hay fecha para regresar a la normalidad.
“El gobierno federal hasta hoy en día no ha dicho de manera concreta, de manera oficial, cómo, cuándo, cuánto o de qué manera se va a ayudar a todas estas viviendas”, concluye Gloria Sánchez. Información Noticieros Televisa